La tragedia tras la erupción volcánica en Nueva Zelanda ha dejado como saldo al momento hasta 6 personas fallecidas, en medio del terror de los habitantes a los que se les ha advertido que todavía puede venir lo peor.
La cifra total de muertos podría ascender a 14 tras la catástrofe que golpeó a White Island, la tarde del pasado lunes
Los informes revelan que 18 personas fueron evacuadas y los 27desaparecidos probablemente ya estén sin vida; recuperar sus cuerpos podría llevar algún tiempo tras la alerta de una nueva erupción en las próximas 24 horas y gases tóxicos que envuelven la isla.
Alrededor de 30 personas siguen siendo tratadas en el hospital, algunas con quemaduras del 90 por ciento, con pronóstico reservado.
En total, 47 turistas estaban en el cráter o en sus alrededores, cuando se produjo la catástrofe: 24 australianos, 9 estadounidenses, 5 neozelandeses, 4 alemanes, 2 británicos, 2 chinos y 1 malasio.
Julie Richards, de 47 años, y su hija Jessica, de 20 años, de Brisbane, se encuentran entre los desaparecidos
El abogado Gavin Dallow, de 53 años; su esposa Lisa Hosking, de 48; y su hija Zoe Hosking, de 15 años, de Adelaida, estaban en una excursión a pie por el volcán. El hombre y su hija están desaparecidos y la madre, permanece herida en el hospital.
Iban a bordo de uno de los cruceros más prestigiosos y grandes de Australia, Ovation of the Seas, que partió desde Sidney, al igual que los demás turistas.
Anthony, su esposa Kristine Langford y sus dos hijos adolescentes pasaban unas vacaciones
Winona Langford, de 17 años y Jesse Langford, de 19; toda la familia de Sidney está desaparecida.
La última foto antes de zarpar para celebrar el cumpleaños de Anthony
El guía turístico Tipene Maangi, de 23 años, de Nueva Zelanda, viajaba a bordo.
Karla Mathews y Richard Elzer, ambos de 32 años, de Nueva Gales del Sur, son otra de las parejas de las que no se tiene rastro
«Esos pilotos tomaron una decisión increíblemente valiente en circunstancias extraordinariamente peligrosas en un intento de sacar a la gente», dijo la Primera Ministra Jacinda Ardern sobre las labores de rescate.
El paramédico de cuidados intensivos Russell Clark fue uno de los enviados en helicóptero al volcán, que se encuentra semi sumergido a 50 kilómetros del mar.
Clark relata que la escena que encontró era «devastadora como abrumadora e impactante». «No encontramos ningún sobreviviente. Era como estar en Chernobyl, simplemente todo estaba cubierto de cenizas», exclamó. «Solo puedo imaginar cómo tuvo que ser para la gente allí en ese momento: no tenían a dónde ir, tuvo que ser una experiencia absolutamente terrible».
Los recién casados estadounidenses Matthew y Lauren Urey, de 36 y 32 años, también han sido confirmados entre los heridos.
Jake Milbank, de Nueva Zelanda, trabajaba como guía turístico y celebraba su cumpleaños; ahora está en el hospital con quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo.
Debido a la toxicidad del ambiente, la policía ha preferido usar drones antes de enviar las fuerzas a tierra. Sin embargo, han prometido que harán absolutamente todo lo posible para localizar los cuerpos, pero será un «proceso peligroso, laborioso y lento que llevará muchos días».
La policía ha estado realizando pruebas de ADN en los artículos que quedaron en las cabinas del crucero para ayudar a identificar a las personas.
Jason Griffiths, de 33 años, de Nueva Gales del Sur, está hospitalizado en estado crítico
Los británicos Karl Rakos, de 57 años, y su esposa Deborah, de 50, han sido reportados como desaparecidos
Hayden Marshall-Inman es uno de los guías turísticas, el primero reportado como fallecido
Una gran columna de humo se vio surgir del volcán a una velocidad supersónica, seguida de una nube de ceniza gris ‘amenazante’, según reportaron los científicos.
«No creo que nadie que haya sobrevivido no haya sufrido quemaduras graves», dijo uno de los rescatistas, Geoff Hopkins, describiendo su shock al ver las víctimas que gritaban por su piel ampollada.
«Sus caras estaban masivamente quemadas. Sus ropas se veían bien, pero cuando las cortabas … nunca había visto ampollas así».
Los heridos tienen entre 13 y 72 años, sufren quemaduras del 30 al 90 por ciento en su cuerpo, incluida la quemadura por inhalación.
La erupción en White Island, también conocida como Whakaari, arrojó una gruesa columna de ceniza blanca de 3.6 kilómetros hacia el cielo.
«La unidad de quemaduras de Middlemore recibió el equivalente a un año de trabajo en un solo día», dijo Pete Watson, jefe del equipo médico.
El riesgo fue aún mayor con un terremoto de magnitud 5.0 que golpeó a la isla el martes.
Imágenes muestran a turistas trepando desesperadamente a un bote para evacuar la isla
Los familiares de las víctimas y los desaparecidos se confortaban unos a otros en medio del dolor
En medio de la tragedia muchos cuestionan que si ya se conocía de antemano que se trataba de un volcán activo, cómo es posible que no hubieran monitoreado su actividad y la empresa de cruceros no tomara todas las precauciones antes de lanzar a los turistas a un destino mortal.