El pasado sábado 03 de julio Samuel Luiz, de 24 años, perdió la vida injustamente a manos de un joven y un grupo de personas en la calle que atentaron contra él sin justificación alguna.
Lina, una amiga suya que lo acompañaba en ese momento, lo encontró en el suelo inconsciente.
“Cuando lo vi supe que no iba a salir adelante”, relató ella.
Lamentablemente se cumplieron sus peores presagios, Samuel falleció cuando lo trasladaban al hospital A Coruña durante la madrugada. Murió a causa de un traumatismo craneoencefálico severo, también tenía politraumatismos.
Samuel, hijo de un brasileño y de una española, llegó a España cuando apenas tenía un año, vivía en Meicende, el municipio vecino de Arteixo.
El joven trabajaba como auxiliar de enfermería y estudiaba para lograr su sueño de ser protésico dental. Lamentablemente no podrá ver sus metas alcanzadas porque partió injustamente apenas a sus 24 años.
Maxsoud Luiz, padre de Samuel, pidió que, en nombre de su hijo, quienes salgan a las calles a manifestar pidiendo justicia por el caso que conmocionó al país, donen un kilo de alimentos.
“Todos los que vayan a la manifestación lleven un paquete de comida y lo entreguen a la Cruz Roja”, dijo Max.
Agradeció el apoyo recibido, y reconoció el excelente trabajo que han hecho los agentes de la Guardia Civil.
Carta del padre de Samuel
En la calle en la que ocurrió el hecho que le arrebató a su hijo, dejó una carta que conmueve a miles de personas:
“Hola, soy el padre de Samuel, quiero primeramente agradecer el excelente trabajo de los equipos del 061 por todo el esfuerzo realizado en cuanto al pronto atendimiento de nuestro hijo. Nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida.
Sabemos que vamos a tener un camino muy largo por recorrer. Estaremos apoyados en nuestra familia, amigos y compañeros que nos ayudarán a salir de este camino oscuro.
Agradecemos todas sus oraciones y muestras de cariño. A esta maravillosa ciudad, A Coruña, gracias. Gracias de corazón. Que Dios pueda recompensar todo el cariño que nos están brindando. Un abrazo muy fuerte a todos y deseamos que nunca más llegue a ocurrir otro día tan negro como el que estamos viviendo. Un abrazo muy fuerte a todos. No a la violencia”.
Maxsoud dijo que no quiere que su hijo sea usado como un símbolo político en las manifestaciones convocadas en el país.
Pidió un homenaje para su hijo:
“Mi hijo era cariñoso y amigo de sus amigos. Nunca en su vida se metió en problemas o llegó tomado a casa, no tenía adicciones. Él salió a hacer una vídeo llamada, a uno no le gustó lo que estaba haciendo y él trató de evitar el problema y lo fueron a buscar, no tienen respeto, hoy para algunos chavales vale todo”.
El desconsolado padre, solicitó que en las concentraciones convocadas para repudiar lo que le sucedió a su hijo lleven un kilo de alimentos para colaborar con la Cruz Roja.
Samuel trabajaba como auxiliar de enfermería en esa institución a la que apoyó durante mucho tiempo.
“Si todos los que van a la manifestación llevan un paquete de comida y lo entregan a la Cruz Roja, sé que mi hijo sería feliz. Él era sanitario en Cruz Roja y siempre ayudó a la gente”.
Describió a su hijo como una persona cariñosa, de nobles sentimientos.
“Mi hijo era cariñoso, amoroso, amigo de sus amigos, amigo de sus padres”, dijo entre lágrimas.
El caso permanece en secreto de sumario, hasta este momento, la policía ha detenido a tres jóvenes de A Coruña con edades comprendidas entre 20 y 25 años.
Un joven con vocación de servicio
Cuando Samuel tenía 18 años comenzó a formarse como técnico auxiliar de enfermería en el Centro Público Integrado de Formación Profesional (CIFP) Ánxel Casal, ahí conoció a Lina Suárez, una de sus mejores amigas, quien lo acompañaba la noche en la que murió.
Cuando terminó sus estudios, Samuel comenzó a trabajar en una residencia de mayores gestionada por la Real Institución Benéfico Social Padre Rubinos, que trabaja a favor de la inclusión social y la educación infantil.
Samuel trabajó en ese centro durante los últimos cuatro años, los últimos meses, su amiga Lina fue su compañera.
Los abuelitos lo querían mucho
La amiga de Samuel contó que los mayores que habitan la residencia le tenían mucho cariño.
“Los residentes lo querían mucho, los trataba muy bien y les hacía reír”.
Eduardo Aceña, presidente de la Fundación Padre Rubinos, resaltó que las personas que atendía Samuel se sentían agradecidos y complacidos por su buen trato.
“Lo querían mucho por el trato que les brindaba y la alegría que les transmitía”, resaltó. Además, dijo que por los problemas de salud de algunos de los residentes prefirieron no decirles lo sucedido cuando preguntaron por él.
El padre de Samuel pide que honren la memoria de su hijo sin ninguna marca política, solo para condenar la injusticia que sufrió y que no le desea a otra familia. Compartamos un mensaje de solidaridad con toda la familia en tan doloroso momento.