María Guadalupe del Toro Morales, de 36 años, fue reportada como desaparecida el 24 de diciembre del año pasado. Sus familiares y amigos, angustiados, la buscaron sin descanso con la esperanza de encontrarla.
Fue vista por última vez en Morelia, Michoacán, México, a las 12 del medio día. Ante una búsqueda sin resultados, sus familiares acudieron a las autoridades quienes iniciaron una investigación sobre el caso.
Lamentablemente los peores presagios se cumplieron cuando el 27 de diciembre del año pasado, tres días después de su desaparición, María fue hallada sin vida en la comunidad de La Aldea en Morelia.
Después del hallazgo, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense donde le realizarán la necropsia de ley para comprobar las causas de su fallecimiento.
Las autoridades desactivaron la alerta de búsqueda tras encontrar el cuerpo, pero la Fiscalía Especializada en Homicidio Doloso contra la Mujer y Femicidio continúa investigando.
De acuerdo con un informe suministrado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el año 2019 hubo 23 casos similares al de María. México es uno de los países de América Latina con mayor incidencia de violencia de género.
María era entrenadora certificada de Feeling Dance, cariñosamente la llamaban Lupita entre sus seres queridos.
Durante el proceso de investigación de las labores de inteligencia, se pudo conocer que María Guadalupe fue trasladada a las inmediaciones de La Aldea tras su desaparición.
El resultado de la autopsia determinó que falleció a causa de estrangulamiento.
Recientemente fue detenido Martín G., el esposo de la víctima, después de que las autoridades comprobaran su presunta implicación en el hecho.
El hombre será internado en el Centro Penitenciario Lic. David Franco Rodríguez, para posteriormente comparecer ante el órgano jurisdiccional para resolver su situación jurídica.
La Fiscalía del Estado de Michoacán, ratificó su compromiso de garantizar la aplicación de la ley para que el crimen cometido contra María Guadalupe no quede impune.
Asimismo, expresaron su deseo de luchar para disminuir las alarmantes cifras de casos de violencia de género en la localidad.
La realidad que vive la familia de María Guadalupe, lamentablemente es la misma que acompaña a miles de familias en todo el mundo que sufren las devastadoras consecuencias de la crueldad de un ser que no tiene piedad por el dolor ajeno.
Ojalá que en todos los casos se haga justicia, aunque nada podrá revertir el desenlace fatal de muchas afectadas, sí podrá ofrecer algo de consuelo a sus seres queridos. Pero sobre todo, impedirá que el autor de los hechos pueda reincidir. Comparte esta triste noticia.