Ayudar a los más necesitados habla de la grandeza humana de quien lo hace. Un joven brasileño fue protagonista de una experiencia que conmovió a mucha gente, cuando se desprendió de su calzado para dárselo a un niño especial que no tenía.
Gabriel Guedes un joven de 21 años que vive en Cotia, sao Paulo, y trabaja en Recursos humanos en una empresa multinacional. Cierto día estaba en el metro y se acercó un niño pidiéndole ayuda. En ese momento tenía una botella de agua potable de 1.5 litros que había comprado y se la dio.
“Me dio las gracias y se estaba yendo cuando el Espíritu Santo tocó mi corazón con tanta fuerza, e instantáneamente se me ocurrió darle mis zapatillas de tenis. Era el único par que tenía en este momento, pero eso no me detuvo”, dijo el joven.
Gabriel consultó al chico si no tenía nada para cubrir sus pies, y si no habría inconvenientes si le daba sus zapatillas.
Gabriel Guedes
“Fui a él y le pregunté si tenía zapatos. Él me dijo que no. Así que le dije que iba a darle los míos y le pregunté si aceptaría. El consintió. Fue entonces cuando me senté y le entregué las zapatillas y un par de calcetines que tenía en mi mochila”, contó Gabriel.
El niño no podía ponerse el calzado debido a su discapacidad, Gabriel no tuvo reparo en ayudarlo. Se abrazaron, Joao le agradeció nuevamente, dijo que vendría la próxima temporada, lo bendijo y se despidió. El vídeo fue compartido en las redes sociales, se viralizó y conmovió a muchos usuarios.
“¡Wow chicos! ¡Qué cosa tan hermosa! ¡Juntos somos más fuertes! Solo el amor puede mejorar este mundo. ¡Gracias y felicidades a todos!”, expresó un usuario.
Después de la difusión del vídeo, muchas marcas de calzados como Netshoes, ArtWalk, y Reserva enviaron hermosos mensajes y zapatillas de regalo a Gabriel.
«Para que no tenga un par de zapatillas menos en su armario, vinimos aquí para darle un regalo», dice uno de los mensajes.
Gabriel estaba feliz con el reconocimiento recibido sin esperarlo, por su desinteresada acción.
«Estoy muy feliz, ni siquiera esperaba esta repercusión», expresó Gabriel.
Otra de las firmas le dijo que era un gran ejemplo en tiempos tan difíciles, y que era hermoso ver tales actitudes en una persona.El niño a quien le ayudó es João Lucas, tiene 17 años y vive con su familia en la favela de Vila União, una zona del este de Sao Paulo.
En la humilde casa de João viven sus hermanos: Felipe de 15años y Messias de 14, además su padre Vaudeci Cordeiro da Silva quien es albañil y está desempleado desde hace varios años. Su madre, Roseli das Dores es recicladora.
João también está recibiendo apoyo de Alexander, un fanático del equipo Corintios, al que conoció a través del hermano de João durante un juego del equipo.Está organizando una colecta para recaudar fondos, y poder ayudar a renovar la casa de João que no tiene ni siquiera baño.