Elisa Forti es una argentina que se ha convertido en una celebridad tras cruzar por cuarta vez al trote la majestuosa Cordillera de los Andes, frontera que divide Argentina de Chile. Pero no sólo es la hazaña que ha realizado, sino que Elisa tiene 82 años.
Todas las mañanas esta increíble mujer entrena por las calles de Vicente López, en Buenos Aires, donde los vecinos no dejan de asombrarse con la vitalidad y la fuerza de Elisa.
La carrera en la que compite se la conoce como “El Cruce” y consiste en tres días de competición por las montañas, con etapas de 25 a 40 kilómetros por los bosques patagónicos.
Elisa corre y entrena todos los días.
La carrera se desarrolla durante 3 días entre las montañas de la Cordillera de los Andes.
Es una de las deportistas más destacadas de la competición.
«En total recorrí 104 kilómetros en 72 horas«, cuenta Elisa con tranquilidad y sin siquiera alardear sobre ello.
Elisa siempre fue una amante del deporte. Tuvo 5 hijos y buscó tiempo para jugar al voley en el Club River Plate, nadó y jugó al tenis. Pero a los 70 años decidió dedicarse al running.
«Mi hija tenía una paciente que corría en Villa La Angostura y un día me enteré de que iba a competir y la acompañé. Ya en carrera noté que mi estado físico estaba bien, entonces empecé a entrenar una vez por semana”, recuerda Elisa.
A los dos meses decidió participar en una maratón de 25 kilómetros y nunca más dejó de correr.
«El Cruce» se desarrolla entre las montañas y bosques de la Patagonia Argentina.
Tiene varias etapas e implica un alto riesgo físico.
Elisa encara el desafío con felicidad: «Me despeja la cabeza», asegura.
Su familia la apoya en su pasión y dos de sus nietos corrieron junto a ella en dos ocasiones y fue una experiencia inolvidable para ella. «Este año una de mis hijas sacó un pasaje sin decirme nada y me esperó en la llegada. Cuando estaba terminando el recorrido, me sorprendí: ¡ahí estaba Adriana para alentarme en los últimos metros de carrera!».
Su familia la apoya e intenta acompañarla en cada uno de sus desafíos.
Tanto para los participantes de la carrera como para los organizadores, tener a Elisa en la lista de competidores todos estos años es algo maravilloso y no dejan de animarla para que repita cada año. Es la mimada del grupo.
Mira la llegada de Elisa a la meta de «El Cruce»:
«Lo hago para no dormitar, para mantenerme activa. No sé si está bien o está mal a mi edad, pero esta es mi forma de ver la vida«, finaliza feliz la abuela, que ya se está preparando para el próximo año.
Comparte la increíble historia de vida de Elisa ¡Bravo campeona!