Recibir la noticia de que tienes cáncer es un balde de agua extremadamente fría que cambia por completo la vida de cualquier persona. Tiene un impacto muy fuerte no solo físicamente, también en la parte emocional y espiritual porque inevitablemente tendemos a pensar lo peor.
Muchas historias nos demuestran que no hay razón para perder la esperanza y para Heather McManamy fue así hasta que tuvo que enfrentar la dura noticia de que el cáncer de mama por el cual había luchado durante años había hecho metástasis.
Pero no era el momento de rendirse. Ella nunca lo hizo a pesar de que sabía que existía la posibilidad de que antes de cumplir 50 años de edad se reprodujera de nuevo y atacara contra su cuerpo. Pero nunca esperaba que sucediera 15 años antes ni tampoco que fuera tan agresivo. Se había extendido en su hígado, sus huesos y hasta en su cráneo.
Heather tenía una linda familia, vivía junto a su esposo Jeff McManamy y su pequeña hija de 4 años llamada Brianna y juntos enfrentaron esa dura noticia. Decidieron tomar las cosas con calma, pero había una realidad inevitable: prepararse para su partida porque a pesar de que los médicos no podían asegurar de cuánto tiempo se trataba, su estado era crítico.
Ella decidió crear una caja de recuerdos para su hija llena de tarjetas para ocasiones muy especiales con la esperanza de crear una vida entera de felicitaciones para Brianna. Quería escribir todo lo que pudiera, para que después de haberse ido su esposo compartiera en cada etapa de su vida esos mensajes con su pequeña.
“Tengo tarjetas para cada cosa posible, tengo una para su primera cerveza, su primer amor, su primer desengaño, consejos para cuando se case y también para cuando tenga su primer bebé”, comentó Heather. Habían pasado unos meses y ella había escrito aproximadamente 50 cartas para su hija, todas serán una sorpresa.
¡Qué gesto tan hermoso! No debemos esperar estar luchando contra una batalla tan difícil como esta para recordar con manifestaciones de amor a nuestros hijos cuánto los queremos, aconsejarlos y aprovechar cada segundo tal como esta madre ejemplar que quiere asegurarse de que aún sin su presencia física, estará siempre ahí para su pequeña en todo el camino que le falta por recorrer.
Ella se propuso entregarle la primera tarjeta a Brianna el primer día de clases de su kínder, cada mensaje está escrito como si ella estuviese viva y acompañándola y eso la llena de alegría y la reconforta, “es como si tuviera algún tipo de control, como si pudiera estar aquí con ella cuando ya me haya ido”.
La pareja abrió una página en GoFundMe para recaudar dinero destinado a cumplir su sueño de viajar a Disney World, para los gastos funerarios y para pagar los estudios de Brianna. La respuesta generosa de muchas personas fue impresionante y el pasado mes de septiembre lograron ir a Disney. Puedes visitar su Facebook aquí.
Esta madre tuvo mucha voluntad de ayudar a las demás mujeres que estuvieran en su situación compartiendo su proyecto, es una manera de dejar una huella imborrable en su hija ¡Esas cartas son un tesoro! Heather falleció a sus 36 años y hoy su esposo cumple la misión de publicar sus cartas y de entregárselas a su hija como símbolo de la presencia de su mamá que siempre velará por ella y permanecerá en su corazón.
Así dice la primera carta que Jeff publicó en su perfil de Facebook, puedes ver la versión original aquí.
“Bueno… tengo buenas y malas noticias. La mala es que, al parecer estoy muerta. La buena es que si estás leyendo esto es que definitivamente tú no lo estás (a menos que haya wifi en el más allá). Sí, esto es muy malo, pero estoy feliz de haber vivido una vida llena de amor, alegría y amigos increíbles. Tengo la suerte de poder decir honestamente que no tengo ningún remordimiento y que consumí cada segundo de mi energía en vivir la vida al máximo. Los amo a todos y quiero darles las gracias por esta increíble vida.
Respeto la religión que tengas, me alegro que te reconforte. Sin embargo, nosotros no somos religiosos. Por favor, por favor, por favor no le digas a Brianna que estoy en el cielo. En su mente, eso significa que yo elegí estar en otro lugar y la dejé. Y en realidad, hice todo lo posible por estar aquí con ella, preferiría estar con ella y Jeff. Por favor, no la confundas y déjala pensar por un segundo que eso no es cierto. Porque yo no estoy en el cielo. Estoy aquí. Pero ya no en el cuerpo que se volvió contra mí. Mi energía, mi amor, mi risa, esos recuerdos increíbles, todo está aquí contigo.
Por favor, no pienses en mí con pena o tristeza, sabiendo que estuvimos juntos y que cada momento fue increíble. No me gusta la gente triste, es más, me encanta hacer sonreír y sonreír, así que, por favor, en lugar de detenerte en la tragedia, ríanse de los recuerdos juntos. Por favor, cuéntenle a Brianna historias, para que ella sepa cuánto la quiero y lo orgullosa que me siento de ella. Porque no hay nada que ame más que ser su mamá. Nada. Cada momento con ella era una felicidad tan intensa que no podía siquiera imaginarlo hasta que ella llegó a nuestro mundo.
Y yo no digo que perdí contra el cáncer. Puede que la enfermedad haya tomado casi todo de mí, pero nunca se llevó mi amor o mi esperanza, o mi alegría. No perdí. La manera en que yo viví durante años con el cáncer es algo que considero como una gran victoria. Por favor, recuerden eso.
Lo más importante ha sido la increíble suerte de pasar más de una década con el amor de mi vida y mi mejor amigo, Jeff. El verdadero amor y las almas gemelas existen. Cada día estaba lleno de alegría y amor con Jeff a mi lado. Él es realmente el mejor esposo del universo. A través de todo mi estúpido cáncer, él nunca vaciló cuando tanta gente querría salir corriendo. Incluso en los peores días que te puedas imaginar, encontramos una manera de reír juntos. Lo amo más que la vida misma y realmente creo que un amor como el nuestro es tan especial que vivirá para siempre. El tiempo es lo más valioso en este mundo y de haber compartido mi vida durante tanto tiempo con Jeff, es algo que estoy muy agradecida. Te quiero, Jeff. Creo que lo impresionante que es Brianna es precisamente por nuestro amor que le dio la vida, un amor precioso. Me destroza el corazón tener que decir adiós. Si se trata de un hecho tan triste para ustedes como lo es para mí, me rompe el corazón otra vez más porque la última cosa que quiero hacer es hacer sentir triste a los demás. Espero que con el tiempo puedan pensar en mí y sonreír y reír. Siempre estaré con ustedes de alguna forma. Formas parte de mi mundo y me encantó cada segundo que pasamos juntos.
Amigos, los quiero a todos y les agradezco la impresionante vida que me han dado. Y gracias a todos mis asombrosos médicos y enfermeros que cuidaron tan bien de mí. No dudo de que mi equipo me dio todas las posibles opciones que tenían en sus manos. Desde lo más profundo de mi corazón, les deseo a todos mis amigos largas y saludables vidas y espero que puedan experimentar el mismo aprecio por el regalo de cada día que les brindé. Esto no es un adiós, ya que es un hasta luego. Por favor, te pido que tomes unos minutos cada día para reflexionar sobre la frágil aventura que es esta vida loca. Y no olvides nunca: cada día cuenta».
No dejes de compartir esta inspiradora historia de esperanza y amor infinito. Una gran enseñanza de una gran mujer.