Esa conocida teoría de que las mujeres son el sexo débil cada vez pierde más credibilidad pues día a día demuestran lo fuertes y capaces que son, y la igualdad de género se ha hecho presente para comprobar que no hay nada que subestime sus facultades frente a las de los hombres.
Una de las evidencias es la hazaña de enfrentar con valentía el dolor y las implicaciones que exige parir a un hijo.
Generalmente, cuando una mujer da a luz a su bebé, se le recomienda mucho descanso y reposo; además, cuando se realiza un cesárea, es un asunto delicado ya que la paciente es sometida a una intervención más invasiva y debe tener cuidados especiales por la herida.
El parto natural, por su parte, requiere un poco menos de reposo médico; sin embargo, es igualmente necesitan descanso para recuperarse por completo.
A la protagonista de esta historia no le importaron mucho estas indicaciones médicas pues ella tenía compromisos muy grandes e importantes. Emily Chell, de 27 años, había trabajado y planeado la boda de su hermana minuciosamente, era el momento más importante en la vida de su hermana por lo que trabajó incluso estando embarazada.
A pesar de faltar pocos días para dar a luz, Emily trabajó día y noche planeando este importante evento por amor a su hermana Katie, de 28 años; después de todo, ella era su dama de honor y era lo mínimo que debía hacer.
El pasado viernes 15 de junio, Emily tuvo que detener el trabajo que realizaba planificando la boda de su hermana para traer al mundo a su bebé. Fue llevada ese día en trabajo de parto al hospital en horas de la noche, la joven tuvo un hermoso bebé el día sábado 7:10 de la mañana, lo llamaron Brody.
Sin embargo, este momento de felicidad no podía acabarse ahí nada más, la feliz madre aun tenía un compromiso con su hermana Katie y su cuñado Brett Simcock, no había tiempo que perder, ¡Emily debía asistir a la boda de su hermana!
Para Emily, la llegada de su bebé fue anticipada pues nació tres semanas antes de lo acordado; sin embargo, ella se encontraba muy feliz con el nacimiento de su pequeño, ¡qué mejor regalo para su hermana el día de su boda que un sobrino!
Por lo que tomó a su pequeñín y llegó a la boda de su hermana solo 5 horas después de traerlo al mundo, ¡esto sí es una dama de honor!
Para fortuna de esta joven y su esposo Wayne, el parto fue natural y no hubo ninguna complicación.
Salimos del hospital a las 11.15 a.m. y manejamos 21 kilómetros hasta el lugar de la boda”, dijo Emily.
¡La emocionada madre solo les decía a los médicos que tenía que ir a la boda mientras estaba teniendo a su bebé! La afortunada pareja de recién casados pudo tomarse una foto con su sobrino recién nacido el día de su boda, ese sí que es un hermoso regalo de bodas.
En la boda pudo enseñarle el bebé a su familia e incluso a su madre quien no había visto a su nieto.
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