Cuando Emily Dial se enteró de que estaba en estado, decidió dos cosas: la primera, contratar a la fotógrafa –y gran amiga– Sarah Hill para que capturase el momento del nacimiento; la segunda, practicarse una cesárea para tener a su bebé.
En vista de que su oficio es ser asistente de partos, su experiencia profesional fue lo que le motivó a tomar la decisión que tomó, y básicamente todo lo que hizo después estuvo determinado por la experiencia.
Lo impresionante de su caso es que ella, además de orquestar el nacimiento del bebé perfectamente, fue tan partícipe del mismo que extrajo con propias sus manos al bebé y allí estuvo su amiga para registrar el impactante momento que ahora es noticia en el mundo entero. Mucho antes planeó con sus colegas todo lo que ocurriría…
«Enfermeras, doctores y anestesiólogos con entusiasmo se acercaron e hicieron apuestas sobre si sería un niño o una niña… porque, ¿qué podría ser más emocionante al momento de sacarte a tu propio bebé del vientre que no saber cuál será su género?«, dijo Sarah.
Emily fue capaz de participar en su propio parto desde el inicio, tan pronto como los doctores hicieron la incisión.
«Fue increíble alcanzar el lugar exacto, sentir su cabeza, después el resto del cuerpo saliendo, pero un poco extraño no poder sentir el resto de mi abdomen», contó la madre sobre su propia experiencia.
Una vez que el bebé salió lo acercó a su cara donde pudiese verlo por primera vez a los ojos… Ha debido ser un momento inolvidable. «Levantarla y verla cara a cara es ese momento tan surreal que una madre jamás podrá olvidar en su vida: ese momento en el que ves a los ojos a tu bebé y sientes impresión, temor y admiración».
La pequeña Emma llegó a este mundo a las 11:17 de la mañana, un horario muy significativo para sus padres Emily y Daniel, ya que el primer bebé que tuvieron –que lamentablemente no sobrevivió– nació un día 17.
En esa oportunidad también optaron por la cesárea porque venía con un desorden congénito que no permitiría que sus pulmones crecieran sanamente.
A eso también se debe la decisión de Emily, quien se aseguró de que ella y su bebé pudiesen recuperarse en el mismo hospital, en vez de que a la pequeña la trasladaran a un lugar diferente. A través de esa experiencia pudo unificar a las dos cosas que más ama en el mundo: su familia y su carrera.
«Este es, por mucho, uno de los días más increíbles de mi vida. La increíble Emily no solo tuvo una cesárea el día de hoy sino que ella misma se sacó al bebé del vientre. Es algo casi irreal. Decir que es asombrosa es conformarse, ella nació para traer bebés a este mundo y no dejó que algo como la cesárea la detuviese de hacerlo todo con sus manos. Ver a sus colegas a su alrededor ayudándola fue hermoso», escribió la fotógrafa en su cuenta de Facebook.
«Lo que me gustaría que las futuras madres tomen de esta historia es que quizá no todas están capacitadas para traer al mundo a sus bebés de forma natural, pero una cesárea puede ser empoderadora y satisfactoria como experiencia, sin importar el modo en el que el bebé llegue a este mundo», dijo Emily.
Es muy hermoso el mensaje que ha querido dar Emily. Te invitamos a compartir la historia con todos tus conocidos.