Emma Marshall, de 29 años, de Londres, nunca pensó que el moho de su baño sería tan peligroso incluso como para poner en riesgo su vida. Todo comenzó cuando el baño del apartamento donde Emma vivía en Londres tenía una gruesa capa de moho causada por la humedad que promueve este tipo de hongos que generalmente se combaten con medidas de higiene y productos indicados para ese fin.
De pronto comenzó a presentar síntomas como la pérdida de memoria, erupciones en la piel, caída del cabello, y una infección renal que requirió un intenso tratamiento y la inserción de un catéter.
También sufre de distensión abdominal por la inflamación de órganos de su aparato digestivo, fue ingresada al hospital por un intenso dolor y la sometieron a un procedimiento quirúrgico tras diagnosticarle apendicitis, pero nunca logró recuperarse del todo.
Su salud empeoró con el transcurso del tiempo, presenta fatiga extrema y problemas en la piel, atribuye su estado al moho del baño y otras áreas del apartamento.
Visitó varios médicos, pero ninguno le ha dado un diagnóstico certero, hasta que finalmente, después de un examen de orina, un doctor detectó algo extraño en los niveles de micotoxina, un compuesto tóxico que se produce naturalmente por el moho.
“Mi cuerpo sigue siendo lentamente contaminado por el moho con el paso del tiempo”, explicó Emma.
La joven tiene dolores corporales, el cansancio le impide tener una vida normal y tiene una fractura en un brazo producto de una caída que sufrió. Actualmente está en cama, no puede caminar, ni soportar los dolores en su columna vertebral.
Cada vez sufre más episodios de debilidad y confusión y está desesperada por obtener las respuestas que tanto necesita.
Emma quiere viajar a México para someterse a un tratamiento médico en una clínica especializada que cure su enfermedad, creó una página en GoFundMe para pagar los gastos necesarios para su traslado.
“Sanar no es rápido y simple, no es el caso de tomar una píldora y arreglar algo sino de encontrar la raíz del problema y hacer todo lo que esté a mi alcance para recuperarme”, agregó.
A través de su iniciativa también pretende crear conciencia sobre el envenenamiento por moho y micotoxinas.
“Realmente me gustaría ver las pruebas para el envenenamiento por micotoxinas como protocolo estándar, especialmente si alguien vive en un ambiente húmedo con moho”.
“Hay gente que acostumbra a vivir cerca del moho sin saber el peligro que representa para su cuerpo”, comentó Emma. El caso de Emma ha causado conmoción en muchas personas, hasta el momento ha recaudado 10.400 euros de los 23.000 que necesita para lograr.
Comparte su caso para colaborar con ella y ayudar a otras personas a prevenir.