Hoy es un día especial para todas aquellas mujeres que han tenido la bendición de tener un hijo, “el Día de la Madre”, Patricia Ramírez la madre de Gabriel Cruz ha publicado una emotiva carta: «Cómo me gustaría creer en los milagros y vivirte un minuto más».
Esta madre perdió a su hijo a causa de la maldad de quien fuera la pareja del padre de Gabriel, Ana Julia Quezada, actualmene encarcelada.
Patricia manifestó el amor y la nostalgia que desborda su corazón en una carta dirigida a su hijo para conmemorar el «Día de la Madre».
Ahora suena Gloria a ti de Rosarillo. La escucho y de pronto a mi cabeza me viene confesarte que sé que tengo que vivir con tus recuerdos. Pero hay una parte de mí que espera volver a verte, escucharte, sentirte, más allá, en un milagro. ¡Dios! Cómo me gustaría creer en los milagros y vivirte un minuto, sólo un minuto más».
Para ella no hay momento, lugar, canción que no le recuerde a su pequeño, quien en vida llenó cada uno de sus días del más puro amor, y más allá de la vida ilumina su alma con los más hermosos recuerdos confiando en la posibilidad de encontrarse de nuevo con su “pescaito”.
Patricia confesó que sus sueños están llenos de las expresiones de su hijo que marcan el despertar de cada uno de sus días.
Sigo soñando que se me viene tu carita y tus ojos tiernos, a la vez que te me acercas pidiéndome mimitos, dejando aflorar tu ternura y pureza. Imagino cómo te abrazaría y seguro que te encogerías como un paquetito entre mis brazos y me hablarías, primero triste, diciéndome lo que me extrañas y lo que esperas que haga por ti».
Es imposible no sentir el amor que transmite esta madre que entre miradas al cielo busca encontrar en lo mas profundo de su alma la fuerza para seguir caminando y no olvidar sonreír en nombre de su más grande bendición: su hijo.
Patricia relató un hermoso dialogo que sólo su profundidad puede ser entendido entre una madre y un hijo que han sido separados físicamente pero que se mantienen unidos por siempre.
Me dirías: ¡Lo sabía mami! porque muchas veces hablamos de ellas, y recuerda que Víctor, el gran buceador, nos dijo que era imposible verlas en nuestro mar. Creo que, después, se haría el silencio y nos miraríamos. Te diría: «te quiero» y tu me responderías: «Yo más» con un tono bajito y sonriente, y yo te respondería: «¡Infinito! Más infinito elevado al infinito”. Después nos quedaría el silencio enamorado y nos despediríamos».
Patricia manifiesta su deseo de proteger por siempre a su hijo, a su eterna sonrisa, a sus principios y valores, así como a su característica alegría que siempre lo acompañaba en su forma de vivir.
Le dice a su hijo que lo hace de diferentes maneras, se cuida para ser fuerte y poder seguir caminando con el coraje necesario.
Sé que te alegraría saber que, junto con papá, nos encargamos de que no se mencione a la bruja mala, y haremos todo lo posible porque no pueda hacer daño nunca más. Sabemos que prefieres ver gestos de alegría y amor en los que tu esencia se vea reflejada».
Patricia le menciona a su hijo que lleva puesta la pulsera negra que le regaló el año pasado en el “Día de las Madres” y que desde su partida se convertirá en su eterno regalo de este día tan especial.
También mencionó que encontró el retrato de su hijo realizado por un señor de la Coruña y que le hace pensar que realmente hay personas que brillan en la oscuridad.
No estoy sola, mi niño, hay mucha gente buena que nos ayuda desde diferentes lugares, te ayudan a ti y así nos protegen a todos. Seguro que después de todo lo que te he contado ya no te extraña que se escuche tanto la canción de Girasoles. Quédate tranquilo y descansa. Está todo bien y mañana será un buen día, mi niño. Nos vemos en nuestros sueños».
Indiscutiblemente son palabras llenas del más sincero amor, palabras escritas desde al alma. Comparte con tus amigos y familiares en honor a esta mujer que conoció la magia de ser Madre gracias al maravilloso Gabriel.