El coronavirus nos está dejando miles de imágenes que destrozan el alma. Aunque la alarma es generalizada, Ecuador, con 17 millones de habitantes, es uno de los países de América Latina, más afectado.
Lo que se vive en la ciudad de Guayaquil, se asemeja a una verdadera apocalipsis sin precedentes, que ha quedado reflejada en numerosas imágenes y videos compartidas por los ciudadanos, que estremecen.
Personas muriendo en las calles y cuerpos esperando días para ser recogidos en los hogares.
Hasta el día 1 de abril, la provincia del Guayas, cuya capital es Guayaquil, registraba 60 muertos y 1.937 infectados. Pero esta cifra no incluye toda la gente que ha muerto sin que se le haga el test para comprobar la presencia del virus.
Víctimas que tenían síntomas de coronavirus fallecieron en sus hogares y la propia familia tuvo que abandonarlos en las calles porque no aguantaban más el olor y temían que se contaminara el grupo familiar al manipular los cadáveres infectados.
Otros murieron por causas distintas al coronavirus, pero los familiares aseguran que no les dieron el derecho a ser recibidos en hospitales cuando estaban graves, y peor aún en morgues cuando ya habían fallecido, porque todo el sistema está colapsado.
«Llamamos al 911 y nos pidieron paciencia. El cuerpo sigue ahí en la cama donde falleció, porque nadie lo puede tocar», cuenta Jésica Castañeda, sobrina de Segundo Castañeda.
Otra joven guayaquileña que vive en el sureste la ciudad, relató que su padre murió en sus brazos y estuvo 24 horas en la casa.
Calles con escenas absolutamente surrealistas, pero se desconocen las causas de las muertes. Es por eso que aunque las estadísticas revelen que el virus ha dejado un saldo mortal de 3.163 infectados y 120 fallecidos en todo el país, realmente el drama que se vive no coincide con esas cifras.
El mismo presidente del país, Lenin Moreno, en rueda de prensa de este viernes, 3 de abril, reconocía que los números oficiales se quedan cortos. Y pedía transparencia a los órganos competentes para transmitir la verdad, por cruda que ésta parezca:
La Policía Nacional de Ecuador ha informado de manera oficial que desde el 23 al 30 de marzo se han recogido más de 300 cuerpos de distintos domicilios de Guayaquil.
La cifra es escandalosa pero no es el número final, todavía quedan cientos de cuerpos por recoger. Las familias que han tenido que vivir durante días con los cadáveres de sus parientes fallecidos, suplican a las autoridades que vengan a buscarlos.
«No sólo por el olor insoportable, sino porque yo tengo mi madre de 80 años con molestias respiratorias y nadie la atiende», denuncia una vecina.
Una situación que simplemente es la radiografía del drama que se vive en cientos de hogares del puerto principal del país.
Lo que está ocurriendo en #Ecuador es una verdadera tragedia y una emergencia sanitaria. Ante el incremento de fallecimientos por #COVIDー19 las personas tienen los cadáveres en sus casas por días, lo que los arriesga más. Tómalo en serio: #QuedateEnCasa. pic.twitter.com/D74OCcPwYI
— Josefina Salazar (@JosefinaSLP) April 1, 2020
Diversos videos que llegaron de manera exclusiva a la cadena CNN revelan desgarradores momentos en que personas salen de sus autos manipulando sin guantes los cadáveres y los dejan en plena calle para marcharse después.
Algunos fueron interceptados por la policía y aunque no se muestra la interacción que tienen, aparentemente son obligados a volver a meter el cuerpo al auto y llevárselo a casa.
Las autoridades en Ecuador no niegan la emergencia y aunque aseguran que hacen todo lo posible por recoger los cuerpos, la respuesta en una sola: el sistema colapsó.
El vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, ha ratificado que la prioridad del estado es dar a todos los fallecidos, por la causa que sea, un entierro digno. Sin embargo, la realidad es que la población sigue pidiendo la ayuda que no llega.
Mientras que la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, que permanece en cuarentena, reclama al gobierno por su mala gestión:
«Dejan a los cuerpos en las veredas, caen frente a hospitales, nadie los quiere ir a recoger, ¿qué pasa con nuestros enfermos? Las familias deambulan por toda la ciudad tocando puertas para que los reciba un hospital público, donde ya no hay camas, les cierran la puerta y los dejan afuera».
Terribles imágenes de la realidad que se está viviendo en Ecuador. El sistema de salud ha colapsado. Oremos por ellos, y para que eso no vaya a pasar en nuestro país 💔🙏🏻 #QuedateEnCasa pic.twitter.com/eAtcNUCe6T
— El Pájaro Picón (@ElPajaroPicon_) April 1, 2020
Las escenas estremecen, es una pesadilla de la que todos quisieran despertar. Y ya incluso sucede en todo estrato social, como el caso de una anciana que murió en su silla de ruedas en la sala de espera de un hospital privado, antes de ser atendida.
La respuesta del hospital fue que no había camas y el cuerpo estuvo durante más de 4 horas sin ser removido.
Un reconocido periodista y político, Carlos Vera, denunció a través de un desgarrador video la escena que se vive al interior de los hospitales. ¡Las imágenes pueden herir la sensibilidad!
ASÍ! Y solo en un hospital. pic.twitter.com/KEIrwNTYDl
— Carlos Vera (@CarlosVerareal) March 31, 2020
«Cuando vemos lo que pasa en Guayaquil, estar en casa es una bendición», reflexionó un periodista de CNN.
Por si fuera poco, el colapso del sistema funerario producto de esta crisis es de tal magnitud que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, debió conformar una fuerza de tarea conjunta para poder enterrar a todas las personas fallecidas.
Jorge Wated es la persona nombrada por el gobierno para liderar esa misión, y ha asegurado que no lo harán en una fosa común, porque sería irse en contra de las raíces, las costumbres y creencias de todo el pueblo.
«Levantaremos a los fallecidos de las viviendas y hospitales de Guayaquil, y para que aquellos que no tienen los servicios exequiales, puedan tener una cristiana sepultura, de forma unipersonal, en un camposanto de la ciudad», concluyó.
Nos parte el alma todo lo que están teniendo que enfrentar los ecuatorianos, y de no tomar medidas drásticas a los gobiernos del resto de América Latina no les espera algo diferente. ¡Comparte esta noticia!