En nuestro caminar diario, en algunas ocasiones nos podemos topar con rostros sonrientes que nos hacen más agradable el día. Pero cuando te encuentras con auténticos ángeles que cambian todo el mundo de una sola persona, entonces es cuando te detienes un momento y sabes a ciencia cierta que todavía se puede esperar mucho de la humanidad.
Es la reciente adorable escena que se dio lugar en las instalaciones del Rouses Market, en Baton Rouge, en Lousiana, Estados Unidos.
Un empleado de la tienda, identificado como Jordan Taylor, tuvo el gesto más noble permitinedo pacientemente que Jack Ryan, un chico autista lo ayudara a distribuir los productos en las estatenterías. Al parecer, Jack realmente quería ayudarlo y Jordan simplemente se lo permitió.