Para un niño sus juguetes son algo realmente especial, incluso pueden convertirse en sus fieles amigos y acompañantes cuando les ofrecen la oportunidad de compartir experiencias inolvidables y divertidas.
Más que el valor material que pueda tener algún juguete, lo que realmente importa para los más pequeños son precisamente los momentos de juego y alegría junto a ellos.
Recientemente se hizo viral el caso de Doozer, un niño que viajó a Hawai para disfrutar unas placenteras vacaciones con su familia desde San Francisco, donde residen. No dudó en llevarse a su oso de peluche favorito para que lo acompañara durante el viaje.
Cuando regresaron a casa notaron que el niño había olvidado su peluche preferido en el hotel donde se hospedaron. Así que su madre contactó con los empleados para pedirles que lo conservaran mientras encontraban la manera de recuperarlo.
Para el niño fue desesperante conocer que su amigo peludo estaba a miles de kilómetros de distancia y que posiblemente se despediría de él para siempre.
Anna, la madre del niño estaba decidida a encontrarlo, le escribió un correo electrónico a la recepcionista del hotel, “¿Hay un oso blanco allí?, se llama Kauai, lo acompaña una foca que se hizo su amiga durante el viaje y se llama Sutro.”, preguntó. Se trataba del juguete favorito de su hijo, del que nunca se separaba y sería devastador para él perderlo.
La respuesta la sorprendió, Sutro y Kauai fueron hallados por el personal de limpieza y, además de ser conservados, le dieron un trato especial.
La familia recibió correos donde les decían el estado del osito y la foca, para que el niño supiera qué estaban haciendo en tiempo real. Primero le enviaron una foto del oso junto a los empleados en la lavandería, después una foto del oso y la foca en la piscina. En el hotel todos se sensibilizaron con la situación, se divirtieron capturando las imágenes que le harían llegar al dueño de los peluches.
“Dio un paseo, conoció los jardines, y hasta alquiló una cabaña”, según describió la madre de Doozer.
“Gracias a Julien y a sus colegas, son gente encantadora”, escribió la madre del niño en su perfil de Twitter tras relatar la historia y publicar las fotos que había recibido del oso de peluche.
Su hijo se sintió tranquilo y complacido al saber que su oso estaba disfrutando en el hotel donde vivieron días fantásticos, además sabía que de nuevo lo tendría junto a él.
La respuesta personal del hotel se ganó la admiración de la madre de Dozer y la de miles de usuarios en las redes. Compártelo, hay pequeños gestos que pueden cambiar la vida de alguien.