Lamentablemente muchos niños alrededor del mundo ven sus derechos vulnerados por adultos inconscientes, negligentes, que no cumplen con el compromiso de velar por su bienestar.
A pesar de eso, los pequeños mantienen su ternura y candidez, como en su corazón inocente solo hay espacio para la nobleza, mantienen la esperanza de tener una vida mejor.
Tal como Tomás, un niño de 4 años que, aunque fue abandonado por sus padres quedándose a cargo de sus hermanitas menores, intentó hacer todo lo posible por cuidarlas ofreciéndole su cariño y protección.
Él fue quien alertó a sus vecinos que estaba solo y encerrado en su vivienda con sus hermanas Lourdes, de 2 años y Milena de 5 meses. Los protegía un perro pitbull.
Después de que Tomás gritara pidiendo ayuda a sus vecinos, Enmanuelle Alayón, de 9 años, lo escuchó y les contó a sus padres lo ocurrido.
Su padre se dirigió a la casa y les entregó platos con leche y cereal e inmediatamente llamó a la policía.
Cuando las autoridades llegaron a la vivienda Tomás dijo que estaban encerrados, no tenía manera de abrir la puerta, pero él exclamó: “En el techo hay un agujerito”.
Así fue como los agentes de la policía entraron al inmueble ubicado en el barrio Tres Esquinas en Ciudad Bolívar, Bogotá.
Comprobaron que los tres niños estaban sobre unas sábanas y que no tenían ningún alimento a su alcance. Tampoco tenían energía eléctrica.
Habrían estado solos al menos durante una semana. De acuerdo con las declaraciones de los vecinos, los padres de los menores fueron vistos por última vez el pasado jueves 21 de noviembre.
Aunque aseguraron que los tres niños se quedaban solos en la vivienda con bastante frecuencia.
Los agentes de la policía sacaron a los tres niños para trasladarlos a un centro médico y comprobar su estado de salud.
Primero sacaron a la bebé de cinco meses, después a su hermana y finalmente a Tomás, quien en medio de la tensión del momento se preocupó por su sandalia, porque solamente tenía una.
“Tengo una sola chancla”, exclamó el pequeño mientras lo ayudaban a salir de la vivienda. También preguntó en reiteradas oportunidades por sus padres, mientras estuvo solo en la vivienda no comprendía la razón por la que lo habían dejado abandonado con sus hermanas que no paraban de llorar.
Los tres hermanos fueron trasladados al centro zonal Revivir, un instituto de protección infantil donde reestablecieron sus derechos.
El jefe de la seccional de protección y servicios especiales de Bogotá declaró: “Fueron rescatados y entregados directamente a la institución donde velarán por su bienestar físico y emocional”.
Hasta el momento se desconoce el paradero de los padres de los pequeños. Comparte esta noticia, ningún niño en el mundo se merece ser tratado de esta forma.