Hay una tendencia entre las parejas jóvenes que está causando revuelo, se trata de una condición conocida como ABDL que se traduce “Bebé Adulto y Amante del Pañal” y en la que uno de los dos asume el rol de ser un bebé mientras el otro le ofrece la protección y cuidado de un padre.
Dom es el padre de Deja en su relación cuando ella encarna el personaje de una niña pequeña, su relación se define como DDLG (Daddy Dom / Little Girl).
Ella investigó sobre la tendencia de que su pareja actuara como un padre, juntos se sentaron a conversar sobre los límites que tendrían cuando siguieran la tendencia.
Aseguran que cuando las parejas se atreven a tener una relación de este estilo hay mucha confianza entre ellos. Los dos disfrutan sus experiencias, durante varios días a la semana Deja es una niña pequeña y Dom tiene total control sobre sus acciones.
Él es dominante y ella sumisa, en una imagen se puede ver cómo Deja tiene el cabello recogido con un gran lazo y está sentada en una cama repleta de juguetes y animales de peluche.
“Quise tener este por mi papá”, dice Deja cuando muestra un oso de peluche de los que reposan en su cama que habla cuando lo presiona y dice: “Papi te quiere, princesa”.
Deja alega que cuando asume el rol de regresar a la infancia no tiene preocupaciones, “solo juegas”, le atrae no tener ninguna responsabilidad.
“Algunas personas eliminan el estrés haciendo ejercicio, a mi me gusta quitar el estrés haciendo esto”.
Relata que a Dom le ha costado asumir el rol de padre. “Es como una curva de aprendizaje para mí, necesita que la cuide, que vaya por ella, que me asegure que está bien”.
Confiesa que la frustración y la paciencia se hacen presentes cada día, muchas veces tiene que repetirle las instrucciones a Deja y asegurarse de que ella le presta atención.
Cuando les preguntan sobre la intimidad en su relación, afirman que separan este rol, “las relaciones son para adultos, siempre para adultos”.
La pareja ha establecido reglas incluso para comunicarse, cuando ella “es una niña” llama a Dom “papá” en todo momento, él es capaz de castigarla si tiene un mal comportamiento.
“Tengo que hacer líneas cuando rompo una norma y me meto en problemas”, dice Deja que tiene un cuaderno para escribir las planas que le ordena Dom.
“Lo primero para lo que tuve que escribir líneas fue para recordar llamarlo papá, lo tuve que escribir 66 veces”, relató ella.
Antes Dom ataba a Deja con cuerdas, pero “ahora la trato como a una princesa mientras celebramos una fiesta de te y pijamas”.
Comparte este insólito caso que está dando mucho de qué hablar en las redes.