En estos momentos de crisis donde el coronavirus arremete ferozmente contra la humanidad, la recuperación de un paciente por mínima que sea representa una gran alegría. Por eso, en un hospital de los Estados Unidos celebran con una conocida canción cada caso superado.
En el continente americano, Estados Unidos se ha convertido en el epicentro de expansión de la pandemia. Nueva York tiene el 42% de los infectados, y el 45% de los 6.257 fallecimientos reportados en todo el país.
El personal médico asistencial del New York Presbyterian Queens Hospital ha tenido que luchar sin descanso para salvar la mayor cantidad de vidas humanas como le sea posible.
Otro elemento que no pueden descuidar es la parte emocional de las personas que laboran y asisten al centro asistencial.
Por eso cada vez que un paciente ha ganado la batalla al COVID-19 y es ordenada su salida del establecimiento de salud, los trabajadores celebran haciendo sonar la canción Don’t Stop Believing.
Se trata de una melodía que salió en 1981, y era interpretada por la banda de rock estadounidense «Journey».
En las redes sociales han circulado emotivos vídeos donde se observan médicos y enfermeras muy alegres bailando, infundiendo ánimo entre los acordes de la estimulante melodía mientras los pacientes se van a sus casas.
“Cada alta de pacientes da esperanza al personal de Queens de Nueva York Presbyterian. Se les anima a ver a sus pacientes recuperarse y volver a casa”, explicó Jaclyn Mucaria, presidenta del hospital.
La directora reconoce el arduo trabajo y empeño que pone casa uno de los integrantes del excelente equipo.
“Estos han sido tiempos muy desafiantes, pero estoy muy orgullosa del extraordinario desinterés y el trabajo en equipo”, añadió Mucaria.
Con toda seguridad, cuando la canción fue lanzada al mercado ninguno de los integrantes del grupo imaginó que, casi cuarenta años después, se convertiría en un himno de motivación en tan dolorosas circunstancias.
«Todos estamos juntos en esto y todos saldremos de esto», afirmó Steve Perry, exvocalista de la banda Journey,
La canción también ha sido utilizada con la misma finalidad en un hospital de la ciudad de Detroit, en el estado de Michigan.
«La canción es un símbolo de esperanza, un recordatorio a los pacientes para que nunca se rindan y un agradecimiento motivador al cansado personal de salud de nuestro equipo», dio a conocer Veronica Hall, presidente del Hospital Henry Ford en un comunicado de prensa.
Solamente en el Henry Ford han sido dados de alta a unos 1151 pacientes en el período que va del trece de marzo al trece de abril.
A pesar de lo difícil que sea la lucha, mientras haya gente batallando y sobreviviendo a la pandemia, será suficiente motivo para estar alegres y positivos.
Unamos nuestras voces para celebrar la vida. Comparte este gesto con la gente que aprecias y valoras para que también se animen, y como dice la canción: «no pares de creer».