Nunca imaginaron que iban presenciar algo único cuando se toparon con lo que creían era un misterioso «banco de arena» en medio del océano.
Contemplar la majestuosidad de la naturaleza es un descubrimiento constante, pues es un continuo cambio lleno de sorpresas y en cualquier momento, cuando menos lo esperas, pueden suceder las cosas más increíbles.
Estos navegadores se convirtieron en testigos de uno de los espectáculos más impresionantes que puedan existir el 12 de agosto de 2006 a Fredrik Fransson y la tripulación a bordo de la embarcación identificada con el nombre “Maiken”, cuando se encontraban navegando por el Pacífico Sur, cerca de las islas Vava’u en Tonga, notaron a la distancia algo misterioso flotando en la superficie, parecía ser un gran banco de arena, era como si hubiera una playa en medio del océano.
Por curiosidad se aproximaron para investigar topándose con una enorme cantidad de piedra pómez. Preguntándose que podría haber causado la aparición de aquellas piedras en la superficie marina, deciden pasar y alejarse, dejando tras de sí un surco, mientras avanzan con cautela la cantidad de piedras aumentaba, empezaron a inquietarse y aceleran la velocidad de la embarcación.
Hasta que repentinamente detrás de ellos, escucharon un ruido ensordecedor, que los hizo voltear y aterrados buscaron el origen del estruendo.
Afortunadamente se habían alejado, el agua burbujeaba intensamente, se dieron cuenta que el motivo de la aparición de las piedras había sido a causa de la erupción de un volcán submarino. A una distancia prudente anclaron y fueron espectadores de este alucinante fenómeno de la naturaleza.
Atónitos al descubrir de qué se trataba y con la mirada hacia lo inimaginable, cuando se disipó el humo advirtieron que había algo más sobre la superficie. Todavía no lo podían creer, luego de ver un poco más de cerca detallaron con claridad la nueva porción de tierra, habían sido testigos del nacimiento de una isla volcánica.
Gracias a las fotografías que tomaron de esta fabulosa historia podemos ver, imaginar, disfrutar y descubrir unos de los más increíbles fenómenos de la naturaleza.
Esto fue lo que vieron y la curiosidad los hizo acercarse.
No sabían de qué se trataba
No era un banco de arena, muchas piedras pómez flotaban en la superficie creando el confuso efecto sobre al agua.
Ciertamente, ¡Parecía una playa perdida en medio del océano!
¡Increíble! Se preguntaban qué había causado esto.
Pudieron atravesar la gran extensión de piedra pómez dejando tras de sí la marca del trayecto dejado por la embarcación.
Mantenían la intriga de saber qué estaba ocurriendo
Se inquietaron porque cada vez había más piedras y se alejaron a mayor velocidad.
Ya lejos, a sus espaldas sintieron la repentina explosión.
Lo que había arrojado las piedras era un volcán que se encontraba sumergido, el cual acababa de hacer erupción.
Luego se quedaron a una distancia segura para ver este maravilloso evento de la naturaleza.
La columna de humo fue dejando su estela y finalmente apareció el montículo. Vieron cómo una isla creció con cada explosión en una montaña submarina bajo el agua llamada Home Coral.
¡Era tierra! La isla recién formada que rompió la superficie del agua.
¡Estaban viendo el nacimiento de una isla! Les costaba creer lo que tenían delante de sí.
Quisieron ir más cerca y cerciorarse que sus ojos no le estaban jugando una mala pasada. Se piensa que las erupciones submarinas se producen docenas de veces al año, pero en zonas remotas o en profundidades inaccesibles para los seres humanos.
¡Era real!
¡Maravilloso! Aunque meses después gran parte de ella había sido arrastrada por las olas, no deja de ser único.
Dailymail
La naturaleza cautiva con gran esplendor y nos brinda experiencias que quizás nunca se repetirán. Afortunadamente hay personas que comparten estas maravillas que quedan como historias que se contarán más de una vez.