Cuando estamos pasando por una situación difícil en nuestras vidas, es cuando más necesitamos el apoyo de las personas que nos rodean. Fue una lección aprendida por un profesor en Brasil, de sus estudiantes que lo ayudaron a salir de un largo problema depresivo.
André Luiz Pereira es profesor de geografía en la escuela municipal Prof. José Américo Lomeu Bastosem, en Angra dos Reis.
Es un docente que ama su trabajo y se dedica con todo su empeño a sus estudiantes, pero en los últimos años han ocurrido muchas cosas en su vida que fueron afectando su salud, al punto de hacerlo caer en un cuadro depresivo.
Siempre se ha caracterizado por ser muy sincero con sus estudiantes y tratarlos con muchísimo respeto. Él parte del principio de que se debe humanizar la relación entre profesor y alumno, para lograr buenos resultados.
Por eso, pensó que era necesario contarles lo que estaba viviendo para que ellos le tuvieran un poco de paciencia, en caso de que su ánimo pudiera afectar en algo su trabajo.
“Les pedí que fueran pacientes conmigo debido a los momentos en los que la depresión me afectó este año, sufrí muchas pérdidas personales, profesionales, económicas, sociales y políticas, y eso me hizo enojar mucho. Esto hizo que la clase se volviera reflexiva”, dijo el buen profesor.
«Nosotros te amamos profesor»
Sus estudiantes comprendieron el pedido de auxilio, y le respondieron de una manera que el hombre no se imaginó.
Organizaron una linda fiesta sorpresa y llenaron el aula con carteles donde escribieron hermosos mensajes de aliento para su querido profesor.
«Usted es muy fuerte y va a salir de esta, confíe!»
“Eres muy fuerte y vas a salir de esa, confía ¡Te amamos, profesor!«, escribieron sus alumnos.
Cuando Pereira vio todo lo que hicieron para él, la alegría inundó su corazón y no tenía palabras para expresar lo feliz que se sentía.
Saber que todos esos jóvenes lo valoraban y apreciaban significaba mucho en su vida. Desde que inició su carrera se empeño en estrechar lazos con sus alumnos y ser más que un educador, un amigo para cada uno de ellos.
Sin duda alguna, sus alumnos le estaban enseñando una gran lección ese día. ¡Mejor que mil terapias y varias cajas de antidepresivo juntas!
“Esa fue otra enseñanza que el magisterio me proporcionó en esa fecha», expresó el agradecido docente.
El hermoso momento fue compartido en las redes sociales y de inmediato se viralizó, muchas personas que pasaban situaciones similares opinaron.
“Hace varios años tuve una depresión intensa. Tenía días que lloraba mucho antes de entrar en sala. Tomaba muchos medicamentos y mis estudiantes (sin saber nada) me ayudaron. Fueron mi refugio en días difíciles”, dijo un usuario.
Es tan importante el trato amable, sincero y respetuoso hacia todas las personas, de esa manera enseñamos con nuestra forma de ser más que con palabras. Un abrazo cariñoso, una palabra de aliento puede acompañar un corazón roto, sanar un alma apabullada y hasta salvar una vida, en muchos casos.
Y lo demás se deja a la ley del boomerang, sencillamente cosecharemos lo que hemos sembrado.
Comparte esta hermosa historia con todos tus amigos y seres queridos; y seamos luz para quienes nos rodean.