Para nadie es un secreto que los trabajadores de salud son los verdaderos héroes durante esta crisis sanitaria.
Tal como lo demuestra esta enfermera, quien estuvo a cargo de Matteo, un pequeño de siete meses de nacido que, tras presentar complicaciones en sus órganos, además de contagiarse del virus fue ingresado en el Hospital Pediátrico Salesi.en Ancona, Italia.
La fotografía de esta enfermera abrazada junto al pequeño Matteo fue publicada en las redes sociales y en muy poco tiempo se hizo viral.
Roberta Ferrante, la madre de Matteo reveló que fueron días de mucha angustia e incertidumbre. Y es que es fácil imaginar cómo se sentía en un momento tan crítico sin poder acompañar a su pequeño para protegerlo.
En la imagen se puede ver a la enfermera vestida con un traje especial acostada junto al infante cuando trataba en interactuar con él.
Según información local, la imagen fue tomada desde el departamento de anestesia y reanimación por el doctor Alessandro Simonini mientras la enfermera jugaba con el bebé bajo su amoroso cuidado.
“El personal de reanimación siempre estuvo pendiente, fue ejemplar, nunca lo olvidaré. En particular un médico que siempre me llamaba para mantenerme informada sobre el estado de mi hijo.
Hubo una frase que me tranquilizó ya que no podía estar allí con él: ‘No se preocupe señora, nosotros estamos cuidando a su hijo, no tiene que preocuparse’, y así fue”, comentó Roberta.
Esta madre dijo que esas palabras fueron cómo un bálsamo para su alma.
“En el momento más dramático de mi vida escuchar al médico decir eso y después ver esa foto estando lejos de mi hijo, fue un regreso a la vida después de esta pesadilla que duró días”, agregó Roberta.
Matteo necesitaba una cirugía a causa de los problemas que presentaba en sus intestinos. y después de haber sido intervenido pasó un tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde fue mejorando poco a poco.
“En casa fue un infierno, esperando la llamada del hospital para volver a verlo, hasta que finalmente sucedió. Siendo todavía positivo para el virus, nos pusieron a mí y al niño en una habitación aislada, con el personal entrando para las necesidades básicas y así estuvimos durante tres días”, dijo Roberta.
Para su madre fue muy duro verlo lleno de tubos y goteros.
“Mi esposo no podía estar presente por el riesgo de contagio. No olvidaré a mi hermano que se quedó bajo la ventana de la habitación para darme fuerzas. Ya durante el período de parto, en agosto, con las restricciones activas, di a luz sola, pero este tiempo fue aún más difícil”, añadió Roberta.
Después de tres semanas en el hospital Matteo fue dado de alta y todos esos días de angustia quedaron atrás. Afortunadamente, el pequeño Matteo está recuperado en su casa con el amor de su familia.
Todos los sanitarios merecen en esta pandemia nuestro agradecimiento y admiración por su loable y extraordinaria labor durante una época tan dura enmarcada por la pérdida de millones de personas.