Todos, sin distinción, merecemos dar y recibir el respeto, la consideración y la valoración de los demás; que nos hablen con la verdad, sobre todo si vivimos en pareja, es decir, con ese alguien en quien se supone confiamos nuestros sentimientos con fidelidad. Pues bien, esto no siempre ocurre.
Una mujer residente de la zona de Campo Grande, en Brasil, descubrió amargamente, en vivo y directo, lo que ya su corazón le predecía: su esposo tenía una amante.
Pero, además, lo hizo en el lugar más impensado: la sala de un hospital donde se encontraba recluido su marido momentos antes de ser intubado por complicaciones relacionadas con el letal coronavirus.
Y allí, en esa fría estancia de la clínica, la mujer anónima (pero que pudiera llamarse de cualquier forma) encontró a la otra, a la infiel, a la amante del hombrequien es bombero de profesión, y con quien llevaba casada más de 20 años. Casi toda una vida. Ambos tienen a una pequeña hija en común.
“La mujer lleva 20 años casada con el hombre, un bombero. La pareja tiene una hija», informaron algunos medios de comunicación locales.
Según se desprende de las declaraciones emitidas por la dama humillada, recibió una llamada de su pareja mientras se encontraba en la oficina. En esa llamada su esposo le dijo que había contraído el virus, pero que no era necesaria su presencia en el hospital pues, supuestamente ya estaba fuera de peligro.
Sin embargo, la esposa hizo caso omiso yse dirigió hasta el centro médico. Al llegar a la recepción le informaron que el individuo “estaba acompañado de su novia”.
Pero, no solo eso, también fue doblemente engañada, ya que, en lugar de estar progresando para mejor, la situación del paciente sencillamente estaba empeorando. De hecho, ya había sido intubado.
Tras el estruendo interno producido por tan duro choque con la verdad, la esposa se quedó en el recinto y esperó pacientemente hasta que, finalmente, conoció a la mujer. Casi se desmaya de la indignación cuando se dio cuenta de que, como colofón, la amante de su esposo era una amiga suya.
Por su parte, el esposo convaleciente tan solo se limitó a decirle a aquella mujer quien le trajo al mundo a su hija y le aguantó malacrianzas durante dos décadas ininterrumpidas, que se fuera y que no se preocupara, que ya tenía a quien se encargase de cuidarlo. Así somos de injustos muchas veces los seres humanos.
«A partir de hoy, ella se encarga de mis cosas. Puedes irte, cuídate», dijo el hombre a su mujer.
La ofendida mujer desapareció dignamente de la vista y de la vida del enfermo por coronavirus. Sin embargo, según aseguraron los medios, tambiénelevó a las autoridades una denuncia en contra de la amante por el presunto robo de varios objetos de su pertenencia. Y aunque duela espera no volver a verlos nunca más.
Es importante antes de establecer una relación seria con alguien es importante asegurarse de que prevalezca siempre el respeto y la honestidad. Nadie merece ser traicionado, comparte este polémico caso.