Hay algo en lo que toda persona que no concibe su vida sin queso debe estar de acuerdo y es que la capacidad que tiene este derivado lácteo de reinventarse es asombrosa. ¿Una boloñesa decepcionante? Rállale un poco de queso encima. ¿Pizza quemada? Ponle un poco de queso extra y estarás bien. En fin, no existe en el mundo una cena que no pueda ser salvada del desastre gracias al queso.
Claro que no está bien atiborrarse de queso, pues podrías terminar consumiendo, básicamente, un bloque de grasa… O bueno, eso es lo que te han dicho. Sin embargo, esta concepción del queso como un «placer culposo» está a punto de cambiar gracias a la ciencia: se ha descubierto que ciertos tipos de quesos son, de hecho, muy beneficiosos para tu hígado.
Investigadores de la Universidad de Texas A&M afirman que quesos madurados como el azul, algunos tipos de mozzarella, brie, gouda, parmesano gruyer y cheddar no son, de ninguna manera, perjudiciales para tu salud y aún mejor que eso… ¡son la clave para tener una vida larga!
También lo son los productos a base de soya, los hongos, las legumbres, el maíz y todos los granos.
¿Y cómo es eso posible? Resulta que todos estos alimentos contienen un compuesto natural llamado espermidina, el cual tiene la propiedad de aumentar en un 25% la vida útil de las personas que lo consumen, según una investigación realizada por la revista Cancer Research.
Asimismo, estos estudios revelaron que la espermidina tiene la facultad de prevenir la fibrosis hepática y el carcinoma hepatocelular, el tipo más común de cáncer de hígado, al detener las multiplicación de células dañadas.
¡A comer queso se ha dicho!
En este sentido, los científicos afirman que gracias al consumo constante de queso, podrías vivir 100 años, en lugar de 81. Pero… (siempre tiene que haber un pero) no todo es tan sencillo. Para gozar de estos increíbles beneficios es necesario que hayas consumido mucho queso u otros alimentos que contienen espermidina desde la infancia.
No obstante, los expertos también consideran que cualquier cantidad de este compuesto puede ayudar a tener una vida longeva y están por realizar nuevas investigaciones con el fin de determinar si es posible convertirlo en un suplemento.
Además de cuidar tu hígado, comer grandes cantidades de queso conlleva muchos otros beneficios para la salud. En el año 2016, un estudio de la Universidad de Copenhage descubrió que aumenta los niveles de las lipoproteínas de alta densidad, mejor conocidas como el «colesterol bueno».
Por otro lado, la Universidad de Bergen, en Noruega, descubrió que una dieta rica en grasas lácteas puede ayudar a protegerte de enfermedades del corazón y un estudio de la universidad John Hopkins, en Maryland, Estados Unidos, concluyó que comer queso es mucho más efectivo que que ingerir suplementos de calcio.
De hecho, una investigación reciente de la National Osteoporosis Society, reveló que suprimir por completo los lácteos, incluyendo el queso, compromete la salud de los huesos, si no se consume calcio de otras fuentes.
Ahora ya sabes qué responder la próxima vez que alguien te mire con desaprobación por ser el «loco del queso» en una fiesta. ¡Come todo el queso que gustes! La consecuencia será una vida larga y saludable. Eso sí, recuerda que nada en exceso es bueno.
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