Erik Alexander y su esposo Douglas han demostrado que tienen todo lo que se necesita para formar una hermosa familia llena de amor y alegría. Después de años de relación adoptaron a dos dulces bebés que se han convertido en el centro de sus vidas y han cumplido su sueño de ser padres.
Por desgracia, todavía hay muchas personas que los juzgan y se inmiscuyen con desagradables miradas en medio de lo que debería ser un linda salida familiar.
Erik y Douglas llevan 13 años de relación.
Mientras sus ojos brillan de alegría, Alexander recuerda ese momento tan especial en que conoció a Douglas.
“Lo vi en un escritorio llenando una planilla para buscar empleo. Todavía recuerdo cómo olía la habitación. Recuerdo la ropa que ambos estábamos utilizando”.
En el 2014 comenzaron a vivir juntos y en el 2015, meses después de que aprobaran el matrimonio igualitario, se casaron. Fue entonces cuando decidieron convertirse en padres.
Había sido el sueño de ambos durante mucho tiempo, pero en las agencias de adopción les advirtieron que podría ser un proceso difícil para ellos. Por fortuna, antes de los esperado adoptaron a su primera bebé.
“Era una bebé prematura que tenía que estar en Unidad de Cuidados Intensivos. La familia que la adoptaría originalmente decidió no hacerlo cuando se enteraron de que había nacido con 30 semanas. Fue así como llegó a nuestras vidas”.
Un año y medio después ya habían logrado adoptar a otra bebé y decidieron que lo mejor sería que uno de los se quedara en casa para ser papá a tiempo completo. Alexander asumió muy feliz esa tarea y a la vez escribe un blog en donde cuenta todas las aventuras de su linda familia.
“Lo más importante en una familia es enseñar a los hijos a amar y aceptar a los demás”.
Recientemente la familia decidió ir a un restaurante a pesar una velada tranquila pero fueron constantemente interrumpidos por personas que no paraban de mirarlos de manera muy despectiva.
“Era obvio que les desagradaba vernos. Admitiré que eso me dolió”.
Sin embargo, después de tantos años juntos saben muy bien cómo reaccionar ante estos duros momentos. Siempre profieren tomarlo como un momento educativo para el resto de las personas y demostrarles que parejas como ellos pueden formar familias completamente amorosas, respetuosas y felices.
“La gente nos pregunta cosas como ‘¿Quién es la mamá?’ o ‘¿Cómo les hablarán de problemas femeninos?’”.
Alexander y Douglas se arman de paciencia en estas situaciones y piensan en lo mejor para ellos y para sus hijas. Quieren ayudarlas a crecer en un mundo en donde las personas comprendan la importancia de respetar a todos, sin importar sus diferencias.
“Amamos a nuestras hijas de la misma manera en que cualquier otra familia convencional lo haría. A pesar de que seamos dos padres las cuidamos y queremos lo mejor para ellas”.
No hay duda de que estas pequeñas cuentan con dos maravillosos padres. Gracias a todas las familias que enseñan la importancia del amor a los demás, el mundo será un lugar mejor en el futuro.
¿Qué opinas de la reacción de las personas al ver a esta familia? No te vayas sin compartir esta conmovedora historia para ayudar a transmitir este bonito mensaje.