Erik y Adam McEwen han soñado con ser padres desde el día en que se casaron. Después de mucho pensarlo decidieron que había llegado el momento, pero para hacerlo querían que una persona muy especial para ellos formara parte de todo el proceso.
Erik y Adam tienen 39 y 30 años respectivamente.
Corrin McEwen es la cuñada de Erik y siempre había ofrecido su vientre para ayudarlos a convertirse en padres. Solo faltaba otra persona que donara sus óvulos y la pareja no dudó en segundo en saber quién sería la mujer ideal para eso.
Erik y Adam viven en la ciudad de Tucson en Arizona, Estados Unidos.
Julie Ventura, de 26 años, ha sido amiga de Erik y Adam desde hace muchos años. Ambos la admiran por su maravillosa personalidad y estaban seguros de que eso era algo que querían en sus futuros hijos.
“Estaba almorzando con Erik cuando él comenzó a hablar de la donación de óvulos y me dijo que sería la persona perfecta. Mi primera reacción fue: ‘¿Quieres mi ADN?’”.
A pesar de la amistad que Julie siempre ha tenido con ellos, quedó completamente boquiabierta cuando le pidieron sus óvulos. No era una decisión nada fácil de tomar así que les pidió un tiempo para poder pensarlo. Muchas personas comenzaron a advertirle que no sería nada sencillo y que habría complicaciones y discusiones entre todos los involucrados.
La pareja le hizo la petición a Julie cuando ella tenía 26 años.
Después de pensarlo Julie decidió que estaría encantada de poder ayudar a sus amigos a formar la familia que tanto anhelaban.
“Los amo. Nunca he sido muy maternal y ha sido un privilegio hacer esto”.
El proceso para poder donar óvulos no fue nada sencillo. Julie se sometió a una serie de inyecciones durante cuatro semanas. Cuando finalmente donó sus óvulos se sintió aliviada y muy orgullosa de poder ayudar a sus amigos.
Erik y Adam siempre desearon que sus hijos pudieran conocer y tener una relación con su madre biológica así que Julie viaja cada tres meses para compartir con ellos.
Los gemelos fueron bautizados Addisen y Everest.
Erik trabaja como community manager y Adam ahora se queda en casa dedicándose a ser papá a tiempo completo. Tras este largo proceso su amistad con Julie se convirtió en algo mucho más fuerte y ahora es un miembro más de la familia.
“Me conmueve solo pensarlo”.
A pesar de que tantas personas le advirtieran que no debía hacerlo, Julie supo seguir adelante para ayudar a sus amigos a hacer su sueño realidad.
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