Michael Bowler es un hombre soltero que hace unos años comenzó a considerar la opción de adoptar un hijo.
Tenía muchas ganas de convertirse en padre, pero pensó que no estar casado podría convertirse en un serio impedimento para realizar los trámites legales.
Después de investigar a profundidad, se dio cuenta de que sí cumplía con todos los requisitos necesarios y se postuló para dar hogar temporal.
Fue así como conoció a Ronald y desde el primer momento comprendieron que tendrían una relación muy especial.
Normalmente, las primeras reuniones entre un padre temporal y el niño deben duran una hora. En el caso de Michael y Ronald duraron tres y lucía como si pudiesen seguir hablando y jugando durando días.
“Ronald tenía 8 años la primera vez que llegó a casa. Fue un niño feliz y agradable desde el comienzo. Le dijo a su terapeuta que parecíamos ser la misma persona. Yo sentí lo mismo”, dijo Michael.
Unas semanas después, el pequeño Ronald se mudó a la casa de quien se convertiría en su padre.
Normalmente, la relación con una familia temporal puede ser difícil de construir. Los niños que han crecido en el sistema tienen problemas para confiar y relacionarse con cualquier adulto.
Esto era precisamente lo que había pasado a Ronald en todos sus hogares temporales y hasta con su madre biológica, pero las cosas fueron muy diferentes con Michael.
Michael forjó una relación tan bonita con Ronald que no tardó en comprender el origen de muchos de sus traumas.
El pequeño había pasado por más de 5 escuelas diferentes. Tan sólo escuchar la palabra “matemáticas” era terrible para él y todo porque uno de sus padres temporales lo encerró en una habitación durante horas hasta que terminara los ejercicios que no comprendía.
Afortunadamente, Michael contaba con la paciencia y el amor suficientes para ayudarlo con todos sus deberes en la escuela. El proceso de adopción, tampoco fue sencillo.
“Fue un camino tortuoso y lleno de obstáculos. En parte por su madre biológica y en parte por un sistema que se fija más en lo que lo que algunos adultos irresponsables desean en lugar de velar por el bien de los niños”, dijo Michael.
Finalmente llegó el día que tanto habían esperado. Ronald y Michael se vistieron con trajes y corbatas combinadas.
Estaban muy emocionados pero Ronald había pasado por tantas decepciones que no lo creería hasta que realmente el juez los declarara como padre e hijo.
Cuando sucedió, ambos lloraron de emoción. Ronald no tendría que volver a pasar un día sin el apoyo de un dedicado padre.
“Es el mejor día de mi vida”, agradeció Ronald.
Es un alivio saber que este pequeño encontró al padre perfecto para él. Durante años, Ronald tuvo que enfrentar un sinfín de pesadillas. Cosas por las que ningún niño debería pasar. Ahora, él y Michael se encuentran listos para seguir adelante como una familia única y especial.
No te vayas sin compartir esta historia para celebrar la maravillosa familia que Ronald y Michael han formado.