Nuestro protagonista de hoy es Moisés, una cría de elefante que fue hallada en la Reserva silvestre Vwazi, al norte de Malawi.
El pequeño elefante fue encontrado por los guardabosques divagando cerca de un río. Estuvieron buscando a su mamá durante unos cuantos días sin éxito y llegaron a la triste conclusión de que había sido asesinada por cazadores furtivos.
No sabían qué hacer con la desorientada y triste pequeña cría, pero de repente apareció su ángel de la guarda, Jenny Webb. Una mamá con gran corazón dispuesta a hacerse cargo del pequeño Moisés.
Moisés es muy sensible y comprende los sentimientos de Jenny. Cuando está triste él le da cariño y si se enfada, se altera rápidamente.
Muchas madres se despiertan en medio de la noche para alimentar a sus bebés, pero no creo que muchas lo harían para dar de comer a un elefante. Jenny y Moisés duermen juntos en el salón y ella se levanta cada dos horas para darle su biberón.
Es una cría muy especial para Jenny ya que Moisés pesa 100 kilos y bebe más de 20 litros de leche al día.
El bebé elefante vive en la Fundación Jumbo que Jenny abrió hace unos años para dar refugio a grandes animales.
Al igual que muchos niños pequeños, a Moisés le gusta salir a pasear todos los días con los perros de la familia.
Sigue a Jenny a todos lados porque a su lado se siente protegido y cuidado. Es un elefantito fiel 🙂
Ayuda a los empleados de la fundación con las tareas diárias.
Cubren al elefantito con una manta para darle calor, le ponen protección solar y una loción especial para humedecer su pequeña trompa.
Esta fantástica historia me ha hecho pensar que gracias a la extraordinaria labor de gente como Jenny Webb y sus ayudantes. Seres tan maravillosos y agradecidos como nuestro amigo Moisés han podido sobrevivir pese a las dificultades de su corta vida.
¡Qué trabajo tan bello y gratificante!
Está en nuestras manos transmitir el respeto y cariño por los animales ¡Comparte esta ejemplar historia!