Un trabajador de la sanidad lanzó una bolsa de basura dentro del camión y escuchó un grito seguido de llanto que lo alertó mucho. De rápidos reflejos, alcanzó otra vez la bolsa, la que estaba completamente sellada.
Cuando la abrió, no podía creer que adentro estuviera una adorable perrita blanca de apenas 4 semanas de vida.
Dentro de la bolsa de basura estaba esta pequeña cachorra.
El llanto de la pequeña hizo que el trabajador prestara atención a la bolsa y la abriera.
Después de sacar a la pequeña de la bolsa, el trabajador comenzó a llamar a diferentes organizaciones para tratar de ayudar a la perrita. Así fue que se puso en contacto con Redland Rock Pit Abandoned Dogs Project, donde lo recibieron con los brazos abiertos.
“Quién sea que la haya dejado ahí quería que muriera, se iba a sofocar dentro de esa bolsa completamente sellada”, contó luego Jessie Pena, la vice presidente de Redland Rock Pit Abandoned Dogs Project de Miami, Estados Unidos, la organización que rescata animales abandonados y necesitados.
“No creo que haya estado mucho tiempo porque estaba viva, lloraba y hacía ruidos”, cuenta Jessie, que fue personalmente a buscar a la pequeña.
El hombre buscó ayuda en un refugio que pudiera cuidarla.
Sorprendentemente, la cachorra no mostraba síntomas de asfixia, pero sí tenía una inflamación alrededor de su cabeza.
“La llevamos de emergencia al veterinario, y confirmaron que tenía una fractura. No podía comer, no podía caminar, no podía hacer nada apenas la trajimos”.
La cachorra era muy joven, demasiado para haber sido apartada de su mamá, sin embargo, Merry (nombre que le dio Jessie) respondió muy bien al tratamiento médico.
“Ha mejorado muchísimo”, cuenta Jessie. “La inflamación ha disminuido un 80%. Ahora come por si sola. Camina dentro de su cama, pero no puede caminar más lejos, no tiene la energía suficiente para hacerlo”.
Poco a poco, Merry ha mejorado y ya puede comer por sí sola.
Y a pesar de que todo lo que ha mejorado, Merry no puede confiar en la gente.
“La veterinaria nos dijo que es muy dulce, y que sólo quiere acurrucarse. Reconoce a la gente que que se preocupa por ella, se tira barriga arriba y trata de jugar como un cachorro».
La cachorra aún está en recuperación, por lo que seguirá en una hogar transitorio por un largo tiempo, pero cuando esté totalmente recuperada, podrá ser puesta en adopción.
Merry ha respondido muy bien al tratamiento médico.
“Merry ahora es más activa, juguetona y no para de mover su colita”, cuenta Jessie. “Es realmente sobrecogedor verla porque es una pequeña luchadora. Su voluntad de vivir es increíble”.
Mucha gente ayudó a Merry, pero la cachorrita no estaría viva si no fuera por la bondad de una persona en particular: el trabajador sanitario que prestó atención a su llanto.
“Él es quien le salvó la vida. Si no la hubiera encontrado, hubiera muerto. Está viva por él”, concluye Jessie.
Ahora necesita estar 100% saludable para encontrar un hogar que la cuide y ame.
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