La muerte es lo más cierto y seguro que tenemos porque para morir, tan solo nos hace falta estar vivos. Las diferentes formas de despedirnos de este mundo son infinitas y, algunas veces, incomprensibles, peculiares y absurdas, por decir lo menos.
Los accidentes están a la orden del día, pasan en todos lados y llegan sin previo aviso, por eso son accidentes, ¿no?
Un momento puede, en pocos segundos marcar toda una vida o la de muchos. En la siguiente historia te contaré la trágica despedida de una niña de dos años que perdió la vida tras ser aplastada por un aire acondicionado.
Crystal Mirogho
El lamentable incidente sucedió en la ciudad de Toronto, Canadá, justo en el momento en que una madre junto a sus tres pequeños hijos se encontraba regresando de buscarlos en la escuela y se trasladaban por un complejo de apartamentos comunitarios en Scarborough, la tarde del lunes.
Antes de entrar al edificio, una pesada unidad de aire acondicionado se desprendió del octavo piso impactando directamente el carrito donde era trasladada la menor.
De inmediato, el departamento de policía de la ciudad fue notificado del terrible suceso y se hizo presente en el lugar para constatar la dura e increíblemente trágica escena.
A pesar de haber sido rápidamente trasladada al hospital, la suerte estaba echada: Crystal Mirogho, con tan solo dos añitos de edad, ya había sido requerida por los ángeles para ser parte ellos y no volver a apartarse jamás.
«Escuché gritos, corrí al balcón, miré y pude ver a la madre tratando de revivir a su hija. Le dijeron que tenía un pulso bajo y simplemente comenzó a llorar». dijo la residente del edificio, Sherene Bromfield.
Para la familia de esta pequeña víctima inocente del destino, el infortunado hecho ha significado un golpe devastador. Un dolor que pareciera, al menos por los momentos imposible de borrar de las mentes de esta madre y estos dos hermanos que lloran desconsolados la absurda desaparición de Crystal.
«Nuestra familia ha perdido a nuestra preciosa bebé Crystal. Estamos devastados. Pedimos que durante este momento difícil se nos dé la oportunidad de llorar nuestra pérdida en privado», pidieron los inconsolables familiares.
Cada vez que escucho o leo una historia como esta, no puedo evitar pararme a pensar sobre la muerte. Reflexionar sobre la muerte también es muy útil para recordar que no vamos a vivir para siempre. No sé a ti, pero a mí es algo que se me olvida con facilidad.
Es algo muy triste que, tan solo en un segundo, y cuando ya es demasiado tarde, tengamos que aprender por la fuerza que no hemos vivido la vida que nos hubiese gustado vivir y ya no haya tiempo para remediarlo.
Por eso te pido que compartas esta noticia con tus seres queridos y no olvides que es muy valioso vivir a plenitud cada segundo, pero, sobre todo, es importante hacerlo feliz.