Sandra de la Vega, esposa del futbolista Andrés Guardado, capitán de la selección mexicana, compartió una foto en su cuenta de Instagram donde aparecen sus dos hijos y su empleada doméstica, Luciana Ramírez. La imagen fue captada durante el primer partido de la selección mexicana en el mundial de Qatar.
Sin embargo, la publicación causó gran impacto para miles de internautas, quienes no dudaron en comentar lo peor y hacerlo visible a través de Internet.
La esposa del futbolista mexicano afirma que su empleada doméstica es un miembro más de su familia
Muchos usuarios aseguraron que las acciones de Sandra denotaban clasismo, y que además, la trabajadora era explotada y recibía malos tratos.
Dicha publicación generó una ola de comentarios en las redes que iban en dos sentidos, personas del círculo social de Sandra se sorprendieron al ver que tratara a su empleada con tantos beneficios. Otros aseguraron que era abusiva por llevarla al mundial para cuidar a los niños, cuando debió darle vacaciones.
Tras esta polémica, Sandra invitó a Luciana a su podcast, llamado “La Capitana”, en donde conversó con su empleada todo lo relacionado a los rumores que estaban surgiendo recientemente.
La influencer decidió romper el silencio y calló todas esas voces malintencionadas. Al respecto comentó:
“Me sorprende que la gente me diga: ´ay, guau, Sandra, o sea, qué padre que la trates así´, no sé qué. A ver, como que yo digo, en el 2022, que la gente siga haciendo esas diferencias tan tontas realmente, con la gente que esta con nuestros hijos, o sea, me parece de verdad tonto”.
La esposa de Andrés Guardado aprovechó la oportunidad para destacar que son las mismas personas quienes fomentan la desigualdad. Refiriéndose con molestia al hecho de que en los conjuntos privados donde la familia vive en Guadalajara, Jalisco, a las niñeras no se les permite entrar en las piscinas, haciendo una clara discriminación entre las personas.
“Se me hace una tontería porque si tú tienes una persona que cuida a tu hijo es porque confías todo y porque sabes que es limpia, entonces se me hace una tontería que no las dejen meter si están cuidando a tu hijo. ¿Qué?, ¿Que se te ahogue el niño pero que la señora no se meta? Es un ser humano, no estás metiendo basura, estás metiendo un ser humano igual que los papás de ese niño”.
Sandra asegura que Ushi, como le dicen de cariño, es parte de la familia y no tienen ninguna diferencia con ella respecto al trato, ni cuando salen a comer o cuando se van de viaje. Destaca que todos en su familia reciben un trato digno y en igualdad de condiciones.
De la Vega, no solo reconoció la labor que hace Ushi con sus hijos, sino la de Lizy, la encargada de limpieza, pues cuando ella se va de viaje Ushi es quien se encarga de todo.
Para la esposa del futbolista lo más importante es que todos estén cómodos en sus funciones para que su familia esté feliz.
“Cómo voy a dar malos tratos o algo, si la verdad lo único que hacen es ayudarme para que mi casa esté bien, para que mi familia esté bien y para que realmente se sienta un hogar, todos somos un equipo para que eso funcione, así de fácil”.
La esposa de Guardado lamenta que su publicación haya creado tanta polémica, desea que al menos en México las personas cambien de mentalidad y no vean al personal que las ayuda solo como empleadas.
Ushi también aprovechó la oportunidad para destacar que en ningún momento ha recibido tratos injustos, por el contrario, ama su trabajo. Al respecto, dijo:
“Yo sé lo que estoy viviendo, no soy niñera explotada, esto me ha llevado a conocer varios lugares, también es parte de mi trabajo y no tienen por qué decirme cosas. Yo amo lo que hago y con ustedes he vivido bien, las fotos no mienten, vuelvo a decir, no mienten”.
Sandra de la Vega afirma que Ushi no es solo un personal de servicio sino alguien muy importante en su vida. Finalmente, la influencer destacó:
“Solo nosotros sabemos lo que hacemos y lo que no hacemos, no hay nada de lo que nos podamos arrepentir. Estamos bastantes tranquilas, a Ushi la queremos un montón, es parte de nuestra familia, es el ángel de mi casa, no hay nada más que decir”.
Todo este asunto nos recuerda que aún hay muchísima discriminación. Ojalá aprendamos a respetarnos y tratarnos por igual sin importar el estatus social que se tenga.