En estos tiempos signados por el cambio climático que corren, resulta cada vez más urgente tomar acciones que ayuden a paliar el desastre ecológico que hemos causado todos, de alguna manera a nuestro hermoso, pero tan denostado planeta azul.
En días recientes, se supo de la noticia de la buena decisión tomada por las autoridades del gobierno de México, de exigir a los estudiantes universitarios de la localidad de Tamaulipas que planten un árbol como requisito adicional para obtener su título de grado.
Ya no bastará tan solo con aprobar todas y cada una de las asignaturas correspondientes, sino que, ahora los alumnos tendrán que sembrar y cuidar durante seis meses de su planta.
La iniciativa sorprendió a todos y está dando mucho de qué hablar, no solo en la nación azteca, pero en todos los países del mundo debido a su alto contenido y conciencia ambientalista.
Y es que, la misma es un halo de esperanza que nos lleva a pensar que, con esto es posible reducir los efectos del carbono en la ciudad y extenderse hacia otras regiones del país de la bandera tricolor a largo plazo.
Dicho proyecto de ley fue propuesto por el Partido Acción Nacional. Obtuvo 34 votos a favor durante la sesión del Congreso local que discutió con vehemencia el tema ecológico, sus consecuencias y soluciones. La misma entrará en vigor una vez se realice la reforma a la Ley del Ejercicio Profesional del Estado.
“Acuerdan las y los legisladores establecer como requisito para la obtención de un título para quienes concluyan su nivel profesional sembrar un árbol, lo cual permitirá de manera efectiva la protección, conservación y cuidado de nuestro medio ambiente y recursos forestales”, manifestaron los legisladores.
El acto simbólico de plantar un árbol como una materia más a aprobar para graduarse, pretende generar una mayor conciencia ambiental en los cientos de profesionales en potencia.
No obstante, la intención primaria de revertir los efectos del calentamiento global a largo plazo va de la mano con las diversas manifestaciones ecológicas que se están suscitando en el presente a nivel mundial.
“Llevar a cabo la plantación de un árbol, en las zonas o lugares que para tal efecto designe el Estado, así como hacerse cargo de su cuidado, por un período mínimo de seis meses” reza la añadidura del artículo 6 de la Ley del Ejercicio Profesional de Tamaulipas.
La situación es muy complicada y uno puede ser optimista, pero para eso hay que actuar y tener claro que, en el fondo, el problema del medio ambiente, en general, sigue siendo la ignorancia.
Es decir, no solo se trata de un tema técnico, sino ético, que tiene que ver con la manera cómo los seres humanos nos relacionemos de ahora en adelante con el planeta.
Tal y como somos conscientes de la importancia de cuidar de nuestra salud, así mismo debemos serlo de la necesidad de proteger nuestro entorno. La conciencia ambiental es un aprendizaje necesario, con independencia de nuestra edad o de nuestros conocimientos.
Así, la educación ambiental nos permite darnos cuenta de que cada acción que realizamos en nuestra vida cotidiana tiene una repercusión en el medioambiente. Desde el vehículo que utilizamos para ir a trabajar, las bolsas de plástico que usamos, el tipo de energía que consumimos, el árbol que plantamos, todo influye.
Así que ninguna acción es pequeña cuando se trata de revertir los daños que ha sufrido nuestro planeta por la contaminación que generamos. Sobre todo en esta época de pandemia, quedó comprobado que que el confinamiento favoreció a la naturaleza en todos los aspectos.
Finalmente, podemos decir que, con esta sabia decisión tomada por el Estado mexicano, estamos asistiendo a un momento histórico que nos va ayudar a retomarnos.