No hay nada que la inocencia y energía de un niño no pueda lograr cuando se proponen algo. No obstante, en ocasiones los pequeños terminan siendo objeto de injusticias por parte de los adultos que se aprovechan de su falta de experiencia.
Esto fue lo que le sucedió a un emprendedor niño brasileño, de 11 años, que se propuso trabajar arduamente hasta lograr reunir la cantidad de dinero suficiente para poder comprarse el iPhone con el que tanto soñaba.
Para cumplir su meta, João Pedro Martins, vendió chocolates de casa en casa, realizó un sorteo y hasta dijo adiós a su dispositivo de videojuegos preferido. Con todo ello, pudo reunir la cantidad de 200 dólares, dinero al que aportaron el resto sus padres para poder realizar la compra en Internet del teléfono.
Parecía la mejor de las ofertas cuando se encontró con el anuncio de un vendedor en Internet, era un reluciente iPhone, con todos sus accesorios y ya tenía el dinero para comprarlo. Cerró el trato con el vendedor y esperó a que llegara a casa para entregarlo.
El vendedor llegó a casa de la familia, sin el empaque original del dispositivo, con mucha prisa y deseoso de recibir el dinero. Se las ingenió para que la mamá del niño cediera a lo que parecía ser una mala decisión y se marchó rápidamente.
«João iba de arriba abajo, vendiendo. Mi hijo es muy dedicado, me ayuda con los deberes y completamos el monto para hacer realidad su sueño. Cuando vio el anuncio del iPhone, le dije que se lo tomara con calma.
Pero estaba tan ansioso por tener el dispositivo que terminé cediendo y acepté que el vendedor viniera a casa.
El anuncio mostraba el teléfono con todo: caja, auricular, cargador y hasta la factura. Pero el vendedor llegó aquí con el dispositivo en la mano y otro cargador.
Lo tomé y le dije que era muy liviano, él aseguró que todo estaba en orden y presionó a João para recibir el dinero”, narró Luciene Soares Martins, de 35 años.
Cuando se dio cuenta de que había sido estafado se quedó sin habla y comenzó a llorar
Emocionado, João conectó su nuevo teléfono y fue entonces que se percató de que en su interior no había nada, era solo la parte externa del dispositivo. Su iPhone no encendía porque no tenía nada dentro, ni batería ni circuitos.
La madre de João dio a conocer la triste historia en las redes sociales, inmediatamente se viralizó y llegó a los ojos de una noble empresaria que se conmovió con lo sucedido. La mujer decidió donar un iPhone al niño, mismo que le entregaría en un centro comercial.
Por azar del destino, en el lugar de la entrega, el niño reconoció al hombre estafador entre la multitud y alertó a sus padres. El sospechoso fue perseguido por la familia y policía, situación que ocasionó un accidente de tráfico, pero al final todo terminó bien.
El malhechor había utilizado un nombre falso, pero su fotografía en el anuncio era real. No solo había estafado al pequeño, también lo había hecho a otras personas con el mismo “iPhone”. Fue capturado y obligado a devolver el dinero.
Después de todo, el pequeño pudo tener su teléfono gracias a la empresaria que solo quería verlo sonreír tras su arduo esfuerzo y, principalmente, aprendió a ser más cauteloso con los anuncios que encuentra en Internet.
Mientras lees este insólito caso, muchas personas están siendo objeto de la injusticia por malhechores. Comparte y mantente alerta.