A veces encontramos a personas que nacieron para tener una misión muy especial y ese es el caso de Estefani Martínez. El motivo para contar su historia es porque su vida hoy es inspiración para muchos.
Estefani tiene 26 años y se graduó de médico cirujano logrando su gran sueño. Este próximo 26 de diciembre tal vez celebre su cumpleaños de nuevo porque, aunque no es la fecha de su nacimiento, ese día volvió a nacer.
La vida le dio una oportunidad después de sufrir un trágico accidente. Según sus palabras “Ese día fui tocada por Dios” porque la puso en el camino de un ángel que sin conocerla, confundiéndole con otra persona, la trasladó al centro de salud donde le devolvieron la vida.
Había perdido su brazo izquierdo, pero ganó mucho más. A Estefani le falta una extremidad de su cuerpo, pero le sobra voluntad en el corazón para seguir adelante.
Un mes después ella dijo: “Replantee mi vida y mi manera de hacer las cosas, pero no mis sueños”.
Y así fue, porque casi un año después ha avanzado a pasos agigantados. Después de muchos días de esfuerzo junto al apoyo de su familia, ahora cuenta con una prótesis, i-limb de Touch Bionics y es solamente el comienzo de muchos logros por venir.
El proceso comenzó en Valencia, España, en la Ortopedia Emo, con la sujeción de la prótesis. Luego realizó pruebas de peso y electrodos.
En el proceso su determinación fue clave para salir adelante superando las adversidades de su condición.
Poco a poco logró coordinar los movimientos de su prótesis
Estefani comenzó el proceso para poder utilizar su nueva prótesis, su nueva mano. Se convirtió en una «mujer biónica»
En la fotografía la acompaña el equipo de terapia ocupacional que la apoyó durante todo el proceso.
Luego prosiguieron varias sesiones de terapias con la prótesis en la Ortopedia Galdakao, en Bilbao, España.
El recorrido no ha sido fácil; ella se está acostumbrando poco a poco a no utilizar su boca ni sus piernas para hacer sus tareas porque cuenta con una mano que además tiene la mejor tecnología del mundo.
Puede cambiar el color de acuerdo a sus preferencias, si quiere que se vea transparente o color piel, y es capaz de realizar cualquier movimiento. Se controla a través de un dispositivo, un ipod.
“Hoy más que nunca desearía que todas las personas como yo, pudiesen gozar de este beneficio que mentes brillantes lograron crear”. ¡Es grandioso! Puedes conocer más aquí.
Ella lucha todos los días para no derrumbarse, nos dice que: «así como la energía se transforma, el dolor también y nosotros somos los únicos capaces de transformar el dolor, en valentía y fortaleza».
La doctora Estefani sueña con poder ejercer de nuevo su profesión con su prótesis, “Mucha gente me ha dicho que no podré hacerlo, otros me han dicho que sí. Creo que la mayoría cree que no, solo que unos se atreven a decírmelo y otros no”.
Ella ya está haciendo intervenciones médicas; unas muy particulares que no se ven, no necesitan incisiones ni puntos de sutura, pero restauran la mente y el corazón de los pacientes a los que ayuda a aprender a ser más felices.
“A parte de lograr mis metas, quiero ayudar a gente que vive lo mismo que yo. Yo no sabía si era normal sentir vergüenza y no poder mirarme al espejo. No tuve a nadie que me dijera lo que iba a sentir y eso es lo que quiero convertirme para la gente.”
Creo que Estefani está llegando a cambiar vidas no solamente de personas con condiciones similares, sino de todos los que tenemos la oportunidad de conocerla, porque es admirable su resiliencia y su espíritu de lucha.
A veces flaquea, es normal, pero lo importante es que jamás pierde la motivación de levantarse y de luchar para alcanzar sus sueños.
“Aún lloro, pero cada día sonrío porque es mucho más lo que tengo que lo que me falta, el miedo es la más grande discapacidad de todas y yo lo perdí, perdí el miedo a verme diferente.
Perdí el miedo a que la gente se me quede mirando, a que me pregunten qué me pasó. Ahora me siento orgullosa porque esa cicatriz me recuerda lo fuerte que soy y todo lo que he logrado y puedo lograr”.
Me sorprendió saber que la primera intervención quirúrgica que Estefani realizó fue una amputación de miembro inferior.
“Logré ver a muchos pacientes en esa condición, vi su dolor y ahora sé lo que se siente. Solo deseo poder estar en la sala de emergencia donde estén esos pacientes y decirles que sí, que es muy duro, pero no imposible”.
Sí, esta es una razón más para pensar que ella tiene una misión especial: transmitir fuerza y optimismo a todos.
Estefani nos muestra cómo ser valientes y transformar el dolor en voluntad para crecer. Nunca pierdas la sonrisa. Estefani, a pesar de todo lo que ha sufrido, nunca la pierde y se refleja en todas las fotografías. ¿Y tú, ya pensaste cuántos motivos tienes para sonreír?
Ahora ella logró su sueño de ejercer como médico en Madrid, una ciudad que la acogido con cariño y a la que Estefani entrega su compromiso por ser una profesional de excelencia.
Todos necesitamos «transformar el dolor en valentía» y detenernos a agradecer todo lo que la vida nos depara.