Desde el año pasado, cuando se propagó en todo el mundo la pandemia de coronavirus, uno de los cambios a los que tuvo que enfrentarse la población fue la suspensión de las actividades escolares presenciales.
Millones de familias intentan desde entonces adaptarse a la educación a distancia, algunos con muchas dificultades porque no tienen acceso a dispositivos inteligentes ni conexión a Internet.
Para muchos niños ha sido agotador establecer en casa un horario para estudiar sin tener la interacción con sus compañeros, el apoyo de los maestros, los recursos del colegio y los beneficios de acudir al centro educativo.
Este pequeño, reclamó a su abuelita, Rosa, que está cansado de hacer deberes escolares. “No quiero estudiar más”, dijo indignado, ella lo grabó sin imaginar que las escenas se harían virales rápidamente.
“Estoy harto de pintar, no joda”, dijo el menor de Colombia en su vivienda.
Al parecer, tenía 7 actividades escolares pendientes por hacer y consideraba que era una sobre carga de trabajo para su corta edad.
“7 tareas, no joda. Eso es mucho, abuelita. Yo estoy harto de dibujar, yo no quiero estudiar, yo no quiero ganar dinero”, dijo el niño.
Seguramente, ha escuchado de sus cuidadores que estudiar es la garantía para tener un ingreso económico con el cual mantenerse en la vida adulta.
Ante su queja, su abuela Rosa le respondió: “Pero no son casi tareas, son poquitas”.
Pero nada parecía consolar al pequeño que se sentía abrumado y agotado por la presión de cumplir con los deberes escolares que tenía que enviar a sus maestros para cumplir con su obligación.
“Ay, ay ay, estoy harto de este teléfono móvil que compraste ahí. Yo te lo regalo, te regalo todos los juegos”, dijo el niño. Aunque el dispositivo móvil también lo emplea para entretenerse además de estudiar, manifestó estar dispuesto a renunciar a eso con tal de descansar.
Su abuela lo amenaza con llamar a su maestra, él simplemente quiere unos días de descanso, considera que estudiar a distancia supone un esfuerzo mayor y le cuesta cumplir con todas las exigencias.
La educación no presencial puede resultar un desafío para muchas familias, los padres, abuelos, tíos o cuidadores han tenido que incluir en los roles que desempeñan día a día el de ser maestros de los niños.
El vídeo del pequeño, de quien no se ha revelado la identidad, no demoró en generar una ola de reacciones en las redes.
Muchos se sintieron identificados con su reclamo y admiran su espontaneidad y honestidad.
Algunos han comentado que los maestros deberían considerar las dificultades de esta época flexibilizando un poco las obligaciones de los estudiantes que intentan que su proceso de aprendizaje no se vea afectado.
No te vayas sin compartir estas escenas que han dado tanto de qué hablar y coméntanos tu opinión.