Bailey Breedlove es una madre con autismo, quien el pasado 30 de abril, vivió la experiencia más traumática de su vida.
¿Tenemos libertad para vestir como queramos? Hasta la pregunta parece absurda, pero para los guardias de seguridad del parque de diversiones temático Six Flags, de Oklahoma,Estados Unidos, hay normas que deben cumplirse tajantemente; aunque con ello avergüences a una mujer de condición especial y dejes llorando desconsoladamente a su hija de 11 años.
Fue el terrible trato que recibió la inocente madre, y en una publicación junto a un video de la evidencia, que no tardó en hacerse viral, contó su amarga experiencia:
«Una oficial de policía del parque le gritó a mi hija por rodar colina abajo sobre sus talones justo a mi lado, yo estaba sosteniendo su mano. Luego procedió a seguirme y me agarró del hombro para girarme y me increpó diciendo que mis pantalones eran «demasiado cortos»», comienza el relato de Bailey.
“No cometí ningún crimen y fui con mi novio, pues soy autista y tengo dificultades para hablar con policías. Ella me siguió gritando y pidió refuerzos. Entonces apareció su incompetente gerente y comenzó a avergonzarme. Me dijeron que tenía que ir a comprar pantalones cortos nuevos”, agregó la madre.
En ese punto era evidente que la pobre mujer estaba visiblemente angustiada por el mal rato, y avergonzada y humillada, al ver cómo la estaban acosando delante de su hija, que lucía desesperada.
“Hicieron que mi hija llorara desconsoladamente pensando que su madre estaba a punto de ser arrestada”, insiste Bailey. “Y todo porque las políticas del parque dejan lugar a todo tipo de dudas, dando pie a que humillen a los visitantes y nos discriminen”.
Parte del altercado quedó recogido en el video que ha levantado una ola de reacciones en el mundo entero:
Bailey, además aclara que cuando fueron recibidos con su familia en el parque, a las 5 de la tarde, nadie le advirtió nada de su vestimenta. Pero dos horas más tarde, «mi experiencia fue traumática», sentencia la mujer.
Parece increíble que la oficial incluso después de haber escuchado que la madre padecía autismo, le siguiera gritando y solo respondiera pidiendo refuerzos.
Así que cuando Bailey accedió a ir a comprar unos pantalones «decentes» para no causar más problemas, ahora le dijeron que la acusaban por allanamiento de morada. Cosa que no tenía ningún sentido, ya que ella había pagado sus boletos.
Después de que la escoltaran hasta la entrada con la intención de expulsarla del parque, las cosas se salieron de control y no contentos con eso le exigieron su identificación para comprobar su condición. Bailey, indignada dijo que no entendía la razón para ello, a lo que le respondieron:
«Porque somos la Policía».
Más tarde salió a la luz, que no se trataba de miembros de la Policía, sino de personal de la seguridad privada del parque. Y Bailey concluyó:
«Tenemos el video de las tácticas ilegales. Sus políticas son vagas y confusas y la forma en que su cuerpo avergüenza y discrimina es ilegal. Pagué mucho dinero en su parque por nuestras vacaciones familiares y creo que merezco un reembolso por el trauma causado a mi familia por un par de pantalones cortos en un día caluroso. No dejaré que esto pase ya que estamos en 2021 y no en la escuela secundaria. Hemos contactado al Departamento de Policía de Oklahoma, así como a un abogado. Tengo una prohibición de 5 años ahora, pero no regresaré a ninguno de sus parques si así es como tratan a las mujeres y a los ciudadanos y visitantes respetuosos de la ley. Deberían estar avergonzados de ustedes mismos».
Comparte este caso que se ha hecho tan viral y déjanos saber qué opinas del trato que recibió esta pobre mujer que solo quería pasar un rato en familia. ¿Hasta cuándo tantos atropellos en nombre de la autoridad?