El servicio militar es una prueba muy dura para cualquier persona. El estar desplegado militarmente con un equipo de personas tiene sus peligros. Esta historia es sobre ello. Su protagonista es el joven estadounidense Ezra Maes de 21 años.
Polonia era el lugar en donde Ezra se encontraba, formando parte de un entrenamiento nocturno. Se hallaba dentro de un tanque que se salió de control y se fue cuesta abajo tras un inusual accidente que todavía no termina de explicarse el Departamento de Defensa estadunidense.
Ezra, al sentir el movimiento desenfrenado del tanque, llamó al conductor y la respuesta que recibió es que no se trataba de él. El tanque se encontraba bajando la colina a casi 150 kilómetros por hora. Toda la tripulación activó los mecanismos de emergencia para frenar el aparato sin ningún éxito.
Cuando se dieron cuenta que no podían detener el tanque, simplemente aguantaron hasta que se detuviese solo. Todo pasó en segundos. Sin duda, un susto para cualquiera.
El tanque se frenó abruptamente al chocar contra un terraplén. Ezra salió volando por los aires y terminó atorado en uno de los poderosos engranajes del tanque.
Al verse atorado, forcejeó con toda su fuerza hasta liberarse sin darse cuenta que estaba profundamente herido. Si no actuaba con rapidez, el resto de la tripulación podría verse afectada.
Llamó a uno de sus compañeros quien le pasó un teléfono con el que pudo pedir ayuda. Si no hubiese actuado con tal rapidez, todos hubiesen muerto.
“Estas cosas suelen ocurrir en un abrir y cerrar de ojos, es necesario tener sangre fría a la hora de actuar para salvar a otros”, mencionó un internauta.
El joven fue trasladado al Centro Médico Regional Landstuhl en Alemania, en donde recibió atención médica, para luego ser trasladado hasta el Batallón de Transición de Guerreros, un centro médico del ejército en Houston, Texas.
Aunque Ezra fue atendido no pudieron salvar su pierna, ese fue el precio que tuvo que pagar para poder salvar a sus amigos. Es por ello que es reconocido como un héroe militar por sus colegas.
“Todos nos salvamos menos mi pierna, afortunadamente vivimos para contarlo. La verdad es que cualquiera de nosotros pudo haberlo hecho. Me siento muy afortunado de estar con vida”, comentó Ezra a propósito del hecho.
Hay momentos de emergencia en los que actuar rápidamente es la clave para poder salvar vidas. Los que suelen tomar la iniciativa son los más valientes y desprendidos. Como Ezra, quien no lo pensó demasiado cuando se trató de salvar a su equipo poniéndose en peligro a sí mismo.
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