Los Dannemiller son una familia norteamericana, donde Scott y Gabby son padres de Jake y Audrey, de 7 y 5 años de edad. Hace poco Gaby y Scott reflexionaron que estaban realizando muchas compras innecesarias que además de afectarles económicamente, lo que más les preocupaba era que esto tuviera una mala influencia en sus hijos sobre el consumismo.
Notaron que estaban consumiendo más productos de los que necesitaban, y que no querían dar ese ejemplo a sus hijos, así que decidieron buscar una manera de enseñarles que tener experiencias es mucho más enriquecedor que comprar objetos.
Lo que decidieron fue que durante un año, no realizarían compras de cualquier tipo de objeto que no fuera absolutamente necesario para cubrir sus necesidades básicas.
Compraban alimentos, pero no gastaron en ropa de moda, juguetes, artículos electrónicos ni otros bienes que no fueran completamente imprescindibles para la vida.
Lo que obtuvo toda la familia fue la capacidad de conectarse con ellos mismos y con el mundo entero. Los juguetes pasaron a ser objetos reutilizados, y el entretenimiento ya no se basó en conseguir artículos electrónicos nuevos, sino en compartir momentos divertidos en familia.
Después de un año entero siendo felices con este nuevo modo de vida, Scott y Gabby decidieron contar lo que vivieron en un libro, titulado: «El año sin compras: la aventura de una familia que dejó de consumir y comenzó a conectar«.
Lo primero que hicieron fue analizar cada centavo de lo que gastaban en un cierto periodo de tiempo, cuando descubrieron que más de 70% del sueldo lo gastaban en productos materiales para los niños, decidieron que eso debía cambiar.
Al principio de la experiencia, cuando sus hijos querían algo, el matrimonio respondía: «Es muy caro». Pero luego descubrieron que de ese modo solo transmitían a sus hijos la idea de que necesitaban más dinero, y era contraria a lo que querían demostrar.
Entonces, empezaron a contestar: «No lo necesitamos». Así los niños comenzaron a comprender todo.
Centrados en el objetivo de dejar de consumir y comenzar a relacionarse más entre ellos, los cuatro miembros de esta familia se encontraron durante su año sin compras con muchos desafíos.
No siempre pudieron cumplir con el cometido tan estrictamente ya que en una ocasión, por ejemplo; compraron un protector para que Jake pudiera jugar en un equipo de baloncesto, y unas aletas para su hija, que le habían prometido por aprobar su examen de natación.
Pero en un año entero solamente compraron cuatro objetos nuevos en total. Así que decidieron seguir adelante porque un pequeño desvío no significaba que lo estuvieran haciendo mal.
Cuando transcurrió un año, tanto el matrimonio como sus hijos había cambiado completamente de mentalidad. Para su cumpleaños, su hija pidió visitar una granja, porque quería conocer a los verdaderos caballos, en lugar de jugar con muñecos.
Esos logros los llevaron a sentirse felices de su decisión, y decidieron continuarla luego de haber cumplido su objetivo de un año entero.
Los Dannemiller, nos han dado un ejemplo claro de lo que les estamos enseñando a nuestros hijos, lejos de darle lo que nosotros no tuvimos, es acostumbrarlos a consumir y consumir toda clase de artículos innecesarios. Deberían existir más de este tipo de padres que les muestren a su hijos la importancia de no comprar cosas innecesarias, de conectar con la naturaleza nuevamente.
Comparte esta historia para que más familias aprendan que las cosas materiales no son lo mejor que le estamos dejando a nuestros hijos, sino los valores y la forma de apreciar la vida.