La vida puede ser muy dura para algunas personas, muchas veces pareciera que no hay salida, pero sin duda cada uno de nosotros tiene la capacidad para soportar ese sufrimiento y superarlo, lo importante es no rendirnos ante las adversidades.
Una familia que vive en el condado inglés de Merseyside, cree que sufre los peores días de su vida por los diversos acontecimientos que ocurrieron en un lapso tan corto de 9 de meses: se han llenado de luto, tristeza y desesperación, todo esto ha embargado a cada uno de sus integrantes.
Ellos son los Leech, que creen que con la dolorosa perdida de tres de sus familiares y ahora, con una notificación de desalojo de su hogar se enfrentan a la peor situación que han vivido.
Toda esta historia de dolor comienza cuando Diane, la madre de estos chicos, muere a los 55 años por un defecto cardíaco común. Y unos meses más tarde, debido al dolor de perder a su esposa, aunado a un cáncer con el que había batallado por más de tres años, murió Robert de 54 años, el padre de la familia.
En marzo del 2017, los Leech habían quedado huérfanos, aún con asuntos pendientes y muchas ganas de vivir. De hecho, el gentil y amoroso padre, Robert, había reformado una habitación para que Rebecca, su hija, pudiera refugiarse de la depresión, ansiedad y de la anorexia que sufre.
Sin embargo, ante la preocupación que generaba su hermana, Karl y Stephen, pasaban por sus propias enfermedades.
Karl, en el 2016, fue diagnosticado con un cáncer de pulmón en su fase terminal, mientras que Rob, el hermano mayor, necesita un trasplante de hígado ocasionado por una cirrosis hepática.
Stephen, el hermano menor de este cuarteto, se mantenía ocupado cuidando a cada uno de ellos hasta que nueve meses más tarde de la muerte de su madre, Karl (el segundo hijo) falleció.
La familia no podía estar más devastada, han perdido tres de sus familiares en menos de un año. Los tres chicos Leech estaban desconsolados, pero un rayo de luz iluminó su tristeza, pues ocurrió el nacimiento de la primera hija de Stephen, a la cual él y su esposa llamaron Matilda. Los padres de los Leech añoraban tener nietos, lamentablemente nunca conocieron a ninguno.
Ahora, esa alegría ha sido empañada después de una notificación de desalojo de su casa, la casa en la que han vivido toda su vida.
Ellos han intentado mantener las deudas de la hipoteca, pero el pago de tres funerales, sumado a los tratamientos que habían costeado antes de eso no ha sido fácil, así que un día, se paralizaron.
Han tenido que acortar gastos, como el agua caliente, para así intentar ahorrar y no deber nada a los bancos, pero parece que no hay ninguna solución para los hermanos, porque el banco insiste en no recibir los pagos de la hipoteca a cuotas, sino que deben pagar la totalidad de la deuda.
Los hermanos no quieren marcharse del único hogar que conocen y en el que aseguran aún sentir la presencia de sus padres. Y debido a un error legal que tuvieron, que fue seguir pagando después que el titular había muerto, ahora deben pagar la enorme suma de 110 mil dólares.
Acá te dejamos el link de su perfil en GoFundMe, en el que buscan ayuda para seguir en casa.
Esperamos que esta familia pueda cumplir con la meta, y quedarse en su hogar para aliviar un poco tanto dolor. Seamos bondadosos con nuestro prójimo, ayudando a alguien más estaremos ayudando al mundo entero.
Esperamos que logren resolver el problema y puedan permanecer unidos en su hogar haciendo frente a las adversidades. Comparte este emotivo testimonio que nos invita a ser agradecidos.