La pobreza, la enfermedad y la desolación son unas de las amargas realidades por las que no quisiéramos pasar… A menos que tuviéramos ángeles, disfrazados de vecinos, que aparecen como enviados del Cielo, cuando más los necesitamos.
Era el drama por el que atravesaba una familia entera de Puebla, México, después de que todos sus miembros se contagiaran de Covid-19.
La familia permanecía en cuarentena en una humilde vivienda de la unidad Rancho El Cariñito, en el municipio de Chignahuapan
“Necesito ayuda”, fue el mensaje de auxilio con el que intentaron tocar el corazón de quien pasara junto a su ventana.
En medio de la desesperación por no tener a nadie que los ayude con medicamentos ni alimentos, se valieron del ingenio para suplicar ayuda.
En un simple trozo de cartón escribieron esas dos simples palabras y lo pegaron en la ventana, confiando en llamar la atención de algún vecino. Pero a decir verdad, ya habían perdido toda esperanza.
Tanto los padres, como sus dos hijos, resultaron positivos al virus. Además de lo mal que podían pasar afrontando sus síntomas, se le sumaba la soledad de no tener una sola alma a quién acudir, y la miseria en la que vivían.
Fue así como ese inocente cartel rápidamente cumplió su cometido, y de inmediato los vecinos pudieron darse cuenta de la urgencia. A pesar de que ellos también vivían en la pobreza, no pudieron quedarse indiferentes.
Uno de ellos le tomó una foto para difundirla en las redes, sin imaginar el efecto que tendría. La noticia de la familia infectada rápidamente se esparció por toda la comunidad, luego se apoderó de las redes sociales, y hasta llegó a los medios locales.
Como si de un efecto dominó se tratara, no pasó mucho tiempo para que la familia tuviera en la puerta de su casa víveres, alimentos variados, ropa y algo de las medicinas que tanto necesitaban.
Al mismo tiempo, los solidarios vecinos pidieron apoyo a la ciudadanía para sumarse a la labor de apoyarlos con productos alimenticios y medicamentos; en concreto: ibuprofeno de 600, ivermectina, Tempra Forte de 700 y multi vitamínicos. Y la ayuda no tardó en llegar.
Cuatro horas después de que el caso de la familia implorando por ayuda se hiciera viral, el propio Ayuntamiento se hizo presente para entregarles una despensa completa y todos los medicamentos que les hacían falta.
Sin embargo, no dudaron en hacer un llamado a los diferentes sectores y actores políticos, para que fueran ellos quienes apoyen a esta y a otras familias.
La familia enferma no daba crédito a tanta solidaridad y buen corazón, estaban realmente abrumados. Así que en medio de sus únicas posibilidades, acudieron nuevamente a su ingenio, pero esta vez para mostrar su gratitud. Y escribieron en otro cartel:
«Gracias a todos y que Dios les bendiga».
Esperamos que de verdad ninguna otra familia tenga que pasar por un drama así, y que si sucede se encuentren con vecinos así que nos demuestran que no todo está perdido.