En el mundo hay muchos casos de bebés que nacen con problemas físicos, como por ejemplo malformaciones o falta de alguna de sus extremidades, entre un amplio rango de situaciones que pueden presentarse con los neonatos.
Generalmente, a través de los exámenes médicos previos al nacimiento, la familia puede determinar cómo se encuentra la salud del feto, pero no siempre ocurre de esa forma.
En el caso de Alexandra, la expectativa y emoción del embarazo era muy grande, y todos creían que el bebé de esta madre primeriza vendría sin inconveniente alguno.
Ella decidió, por creencias personales, que quería la menor intervención médica posible en su proceso y se negó a hacerse las pruebas de ultrasonido. Pero no dejó de hacerse ciertos controles que indicaban que todo estaba muy bien. Su plan era dar a luz en una bañera, de forma natural, como muchas madres eligen hoy en día.
En su semana número 41 se hizo una ecografía para garantizar que todo marchara bien. Dicho examen reveló que el bebé vendría con anomalías en sus extremidades y no se sabía cómo eso iba a afectar al resto de sus órganos.
A Alexandra hubo que practicarle una cesárea de emergencia y su bebé, llamado Forrest, llegó a este mundo sin problemas en los órganos pero sin piernas y sin su brazo izquierdo.
En el caso de su brazo derecho, se desarrolló, pero los huesos de la mano estaban fusionados y era necesario hacerle una cirugía para poder separarlos. Esto resultaba indispensable ya que se trataba de la única extremidad del pequeño y no podía arriesgarse a perder la movilidad de la mano.
Alexandra y Brandon primero tuvieron mucho miedo, por supuesto, ya que a su hijo le tocaría una vida difícil y a ellos también. Sin embargo, a pesar de los obstáculos que veían en el camino, jamás se rindieron… Decidieron, entre otras cosas, abrir una cuenta de GoFundMe y compartir allí la historia de Forrest. Para mantenerlo todo bajo control, iban a necesitar ayuda.
La reacción de miles de usuarios de internet les dio mucha fuerza, recibieron apoyo incondicional de parte de tanta gente que no lo podían creer. A los pocos días de haber abierto la cuenta ya tenían casi 50.000 dólares, era la mitad de lo que necesitaban para comprar todo lo que requerían para su nueva vida centrada en el bienestar del nuevo miembro de la familia.
Ellos decidieron salir adelante, ser humildes y aceptar que necesitan ayuda. Lo han hecho de la mejor forma posible y están logrando algo muy bonito.
El apoyo que recibieron de la comunidad es maravilloso y no nos queda la menor duda de que seguirán superando todos los obstáculos que la vida les ponga en el camino. Aún necesitan ayuda, así que todos podemos colaborar y aportar nuestro granito de arena.
«Aceptar a Forrest requiere un cierto grado de coraje. Dejar a un lado nuestros propios puntos de vista sobre lo que consideramos «normal» y los prejuicios que, al menos en mi caso, tenía. Sesgos que nos hacen pensar que las cosas tienen que ser de una manera, y si llegan de manera diferente es que están mal… Experimentar el terror, la angustia… un tinte de rechazo que muy pronto dio paso al amor más incondicional» Esas son las palabras de Alexandra, una madre que forma parte de una familia hermosa y ejemplar.
Esta familia es un modelo a seguir, su historia puede ser de ayuda para muchas personas que sufren por ser diferentes… ¡Compártela!