Una alarmante fotografía ha llamado la atención del mundo, especialmente de las organizaciones defensoras de los derechos de los animales.
Se trata de la imagen de Katina, una orca cautiva que vive en SeaWorld Orlando, que muestra la grave lesión que tiene en la parte posterior de su aleta dorsal.
El fin de semana pasado, la fotógrafa Heather Murphy y fundadora de Ocean Advocate News, visitó a SeaWorld Orlando para corroborar los rumores sobre la lesión de esta ballena.
Aunque Katina no participó en los espectáculos, estaba en un tanque a la vista del público y Heather pudo fotografiar la herida abierta, larga y muy profunda en la parte posterior de su aleta dorsal.
«Es una herida horrible. No puedo imaginar el dolor por el que debió haber pasado».
La lesión en realidad sucedió el 17 de marzo, pero SeaWorld esperó dos semanas para anunciarlo.
Un portavoz de SeaWorld Orlando declaró que desconocían cómo Katina se había lastimado e insinuó que pudo haber sido una agresión de otra ballena con las que había estado interactuando, incluyendo a Trua, un macho de 12 años.
Naomi Rose, científica de mamíferos marinos del Animal Welfare Institute (AWI), desconfía en que el personal de SeaWorld Orlando no conociera el origen de la herida de Katina.
Añadió que supuestamente ellos conocen diariamente las novedades de estos animales, y pasan más tiempo con ellos que con sus propios hijos. Tienen cámaras en todas partes, así que es muy difícil creer que desconocen lo que sucedió.
SeaWorld también sugirió que ese tipo de comportamiento es natural entre las ballenas, incluso de las que viven en la naturaleza.
Sin embargo, Naomi ratificó su inquietud sobre el argumento del parque porque nunca ha visto una lesión como la de Katina entre orcas salvajes. Pareciera un corte propiciado por un objeto con un borde afilado.
«Hay otros tipos de lesiones que se inflingen entre sí, pero nunca he visto el borde posterior de la aleta dorsal cortado de esa manera”.
Las orcas salvajes sólo se podrían lesionar de esa manera cuando quieren matar para comer.
La violencia entre los animales de SeaWorld no es un tema nuevo. Muchos trabajadores han sido testigos de agresiones extremas entre las orcas que viven en cautiverio en el parque. Algunas se han arrancado tiras de piel con los dientes.
Heather Rally, un veterinario de mamíferos marinos que trabaja con la Fundación PETA, también está en desacuerdo con que las orcas salvajes se hagan este tipo de lesiones entre sí.
Katina actualmente comparte un pequeño tanque con otras orcas, incluyendo un par de sus propios descendientes, y esto es realmente estresante para todos los animales, explicó.
Además de esta grave herida, Katina de casi 42 años, tiene una aleta dorsal colapsada por los problemas de salud y el estrés causado por el cautiverio.
Ella fue capturada en 1972 en el océano frente a la costa de Islandia, y desde entonces, ha vivido en tanques pequeños y poco profundos de SeaWorld Orlando, donde es sometida a espectáculos para el entretenimiento humano.
Heather dijo que teme por su bienestar. Cree que debería ser trasladada a un santuario marino.
Su vida depende de la sanación de esta herida. Le estamos pidiendo una vez más pidiendo a SeaWorld que envíe las orcas a los santuarios costeros, donde puedan vivir en un ambiente más natural».
Para ayudar a estas ballenas puedes hacer una donación al Proyecto Whale Sanctuary, destinado a la apertura de un refugio donde las orcas de SeaWorld podrían vivir su retiro.
No es justo que estos majestuosos animales vivan en espacios tan limitados. Comparte esta historia como una protesta en contra de la vida en cautiverio de las ballenas orcas en SeaWorld.