Son los pequeños de la familia los que más disfrutan de los días de playa y arena durante las vacaciones. Pero son los adultos los que deben preocuparse si los pierden de vista o si corren algún peligro.
En esta ocasión, la familia Delgado había decidido aprovechar unos días de playa en un parque de Recreación y Pesca en la Bahía de Galvestone, Texas. Y su pequeño, Frankie, de 4 años de edad, como todos los niños, parecía disfrutar de lo lindo. Su padre cuenta que vio cómo una ola azotó al niño lanzándolo lejos. El pequeño se levantó y siguió jugando con normalidad, pero días después todo cambió.
Durante varios días el niño había mostrado síntomas que parecían de un virus estomacal, como vómitos y diarrea, pero luego pareció recuperarse.
Seis días después de haber estado en la playa su padre, Francisco Delgado, dijo que el niño se quejó de dolor en los hombros antes de despertar repentinamente horas más tarde. Gritaba de dolore inmediatamente después dejó de respirar. El padre de Frankie estaba con él en ese momento y llamó a emergencias, quienes lo asistieron enseguida.
Se despertó de la nada y dijo «ahhh». Dio su último aliento y yo no sabía qué más hacer, dijo su padre.
El equipo médico puso todos los medios para salvar al pequeño. Minutos después lamentaban informar a sus padres la dolorosa noticia de que Frankie había fallecido.
Frankie había muerto debido al llamado Ahogamiento Seco, una enfermedad silenciosa en la que los pulmones se llenan de agua, pero los síntomas aparecen mucho después.
A diferencia de las muertes ocurridas en piscinas, lagos y en la playa, el ahogamiento en seco puede ocurrir horas, incluso días después de que una persona inhale agua y afecta principalmente a niños pequeños. De hecho, esta rara enfermedad es la primera causa de muerte en los Estados Unidos entre los niños de 1 a 4 años.
Según los expertos médicos, los síntomas de ahogamiento en seco incluyen dificultad para respirar, tos persistente, somnolencia, fatiga o sueño inexplicable, vómitos y dolor de pecho.
Si estos síntomas son reconocidos a tiempo, es posible salvar la vida de los pequeños. Por lo que es de suma importancia conocerlos y saber reconocerlos.
Si esta información la hubieran llegado a conocer los padres de Frankie, probablemente el pequeño todavía estaría con vida, disfrutando cada momento y con un futuro por delante. Los mismos padres han querido difundir su historia para advertir a otros, ya que piensan que si hubieran sabido algo de esta sintomatología, la historia sería otra.
Comparte esta noticia con tus amigos y ayuda a difundirla con otros padres ¡Es un importante mensaje de advertencia!