No hay nada más doloroso para una madre que ver a su hijo luchando por su vida en la cama de un hospital.
Recientemente Hannah Peck, la madre de un niño de siete años, ha pasado por un subibaja de emociones donde a pesar de aún tener muchas dudas solo puede agradecer de haber actuado a tiempo, y salvar a su pequeño quien estuvo una semana luchando contra una enfermedad relacionada con COVID-19 que afecta a niños en todo Estado Unidos.
El nuevo síndrome afecta especialmente a niños menores de cinco años.
El pequeño Levi, estaba completamente sano pero la mañana del 02 de mayo despertó vomitando y con fiebre alta.
La madre al ver que los síntomas continuaban llevó al niño al pediatra quien le dijo que debía llevarlo al hospital para que recibiera toda la atención necesaria. Al respecto la Peck comenta:
El médico echó un vistazo y en ese momento los ojos de Levi se estaban poniendo rojos, al igual que sus labios que rápidamente comenzaron a agrietarse. El médico me informó que estaba realmente deshidratado y podría estar teniendo el síndrome tipo Kawasaki que los niños estaban teniendo”.
El personal médico informó que hay un vínculo entre los niños que tienen o han tenido COVID-19 y un síndrome inflamatorio donde sus síntomas intervienen con el síndrome de shock tóxico y Kawasaki.
Estos síntomas pueden aparecer días o semanas después de estar expuesto ante el nuevo virus. Los médicos destacan que el nuevo síndrome puede presentarse en niños asintomáticos.
Estados Unidos ha confirmado 200 casos con el síndrome inflamatorio pediátrico en 19 estados.
La madre de Levi estaba sorprendida ante el diagnóstico, asegura que no tiene idea de cómo su único hijo estuvo expuesto al coronavirus, ni ella ni la abuela del niño, con quienes viven, presentaron ningún síntoma.
Peck dejó de trabajar y el niño dejó de asistir a la escuela, la pequeña familia ha cumplido las órdenes de quedarse en casa y salir a lo estrictamente necesario. Los médicos aseguran que es probable que Peck o su madre tengan el virus y sean asintomáticos.
El niño fue trasladado al Hospital Beaumont en Royal Oak, Michigan.
Al pequeño Levi le realizaron la prueba tres veces para COVID-19 y en todas dio negativo, pero dio positivo para anticuerpos coronavirus, esto quiere decir que estuvo expuesto a la enfermedad.
Por suerte, el niño fue atendido por especialistas en enfermedades infecciosas quienes descubrieron que tenía neumonía en ambos pulmones, Levi pasó una semana en cuidados intensivos y más tarde fue dado de alta. Al respecto su madre comenta:
Nunca hubiera imaginado que él habría tenido el virus o habría sido parte de eso. Fue realmente aterrador y estoy muy agradecida de que pudimos salir del hospital y él está bien”.
Ante el nuevo síndrome Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos emitieron una alerta sobre la enfermedad a la que llaman “síndrome inflamatorio multisistémico en niños” o MIS-C.
Pueden verse afectadas personas menores de 21 años, presentar fiebre con alta temperatura, y mostrar síntomas con una enfermedad grave que requiera hospitalización.
El personal médico destaca que lo más importante es que los padres no entren en pánico y acudan al médico lo antes posible. Peck comenta al respecto:
Lo importante es que si su hijo está enfermo, lo lleve de inmediato al hospital y haga que lo revisen. Siento que si no lo hubiera ingresado o si el médico hubiera dicho que era solo un virus estomacal e irnos a casa, estaríamos en una posición muy diferente en este momento”.
Por suerte, el pequeño Levi ahora está sano y salvo bajo el cuidado del infinito amor de su madre. Por favor, no subestimemos cualquier síntoma que podamos presentar y acude el médico lo antes posible en caso de ser necesario.
Mantener la calma y quedarnos en casa el mayor tiempo posible es parte de la solución. Recuerda que hay muchas personas asintomáticas que inocentemente afectan a los más vulnerables. Quédate en casa y no olvides compartir este caso en tus redes.