La historia de este funcionario de la Diputación Provincial de Alicante puede llegar a despertar una variedad de emociones bastante grandes, pasando por la indignación hasta la envidia, ya que si bien lo que este funcionario público ha logrado es algo despreciable es necesario reconocer que también es algo impresionante.
Según reportes oficiales esta persona lleva acumulados 4.453 días de vacaciones entre 2001 y 2016, es decir 12 años y dos meses estando de descanso o dado de baja en 15 años de trabajo.
Esto es algo sumamente impresionante si se deja de lado lo terrible que es que un empleado público tenga tan poca preocupación por su trabajo, sobre todo si conocemos que esta persona es un auxiliar de enfermería en el Hospital Psiquiátrico Doctor Esquerdo.
Ahora bien, muchos de ustedes se preguntarán: ¿Cómo es posible acumular tantos días libres sin ser despedido? Pues bien, esta persona se valió de un sistema en el que además de utilizar sus días de baja por enfermedad enlazaba los mismos con sus días de vacaciones, alternándolos de manera que virtualmente nunca tenía si quiera pasarse a saludar por su trabajo.
Es de esperarse que se estén diciendo a ustedes mismos “excelente, eso tiene sentido, pero ¿cómo no lo han despedido? Eso tiene que ser ilegal”. Pues tristemente se equivocan, pues como declaró Alejandro Morant, el diputado provincial de personal:
Sí, es legal, aunque ética y moralmente pueda no serlo”.
A pesar de los constantes intentos por despedir a esta persona parece no haber manera de lograrlo ya que técnicamente solo está utilizando sus días de enfermedad y vacacionales, como lo haría cualquier otro empleado.
Lo hemos intentado todo desde el punto de vista legal”, afirma el responsable político. “Llegamos a abrirle un expediente disciplinario y otro para retraerle los haberes cobrados”.
El auxiliar sanitario se vale de una patología, la cual por cuestiones de la Ley de Protección de Datos no se ha dado a conocer, que supuestamente le impide desarrollar sus deberes en el trabajo y lo obliga constantemente a tomarse días de baja por enfermedad, llegando en siete ocasiones dichas bajas a durar tanto como un año entero, con tres de las mismas alargándose hasta el año y medio.
A pesar de todo esto, la corporación provincial se sigue viendo obligada a pagarle su salario mensual que consta de 1.500 euros, actualmente el funcionario se encuentra de alta y solo se le exige ir una media hora a la semana a su trabajo a pasar consulta.
A pesar de todos los intentos de revocarlo de su trabajo, esta persona se sigue resguardando en vacíos legales que han llamado la atención de las autoridades gubernamentales, esperemos que gracias al caso tan insólito de esta persona se tomen acciones drásticas para evitar que más personas sinvergüenzas se sigan aprovechando de una manera tan descarada del estado.
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