El mundo lloró la tragedia tras el doloroso incidente del pasado domingo de Resurrección en Sri Lanka en el que por culpa de unos insensatos más de 250 personas perdieron injustamente la vida, entre ellos 3 de los 4 hijos del hombre más rico de Dinamarca, el dueño de la marca ASOS, Anders Holch Povlsen.
Tras días de indescriptible dolor, ayer tuvieron lugar los servicios funerales de los hijos del multimillonario, en la catedral de Aarhus, en Dinamarca.
Al devastado padre de 46 años se lo pudo ver consolando a su esposa Anne y a su hija sobreviviente al incidente, Astrid, mientras miraban fijamente a los ataúdes cubiertos de flores de sus tres hijos: Alfred, Alma y Agnes.
Escenas de profundo dolor se vivieron mientras familiares, allegados y personalidades públicas se hicieron presentes.
La pequeña Astrid caminó junto a sus padres hacia uno de los tres ataúdes para cortar un ramo de globos y elevarlo al cielo que estaba atado al ataúd de Alfred decorado con flores azules. ¡Un momento totalmente desgarrador!
El primer ministro del país, Lars Lokke Rasmussen, así como la familia real danesa, asistieron al funeral.
La princesa heredera de Dinamarca, Mary y sus hijos, la princesa Isabella, el príncipe Vincent y la princesa Josephine.
En un memorial de la semana pasada, Povlsen describió su pérdida como «completamente incomprensible», pero agradeció a familiares, amigos y vecinos de la ciudad danesa de Brande por su apoyo, en un mensaje de texto que leyó el pastor Arne Holst-Larsen:
«La pérdida de nuestros amados hijos Alma, Agnes y Alfred es completamente incomprensible. Con las muchas personas encantadoras que tenemos a nuestro alrededor, amigos cercanos, colegas talentosos y nuestra familia amorosa nos uniremos a través de esto. Apreciamos enormemente la humanidad que también se muestra en Brande esta noche, no sólo a nuestras familias e hijos, sino a todas las víctimas de los actos crueles en Sri Lanka», rezaba el mensaje.
El jueves pasado se vivieron momentos emotivos en una caminata iluminada por antorchas para honrar la memoria de los pequeños.
El dueño de la marca Asos estaba hospedado en el hotel Shangri-La en la capital de Sri Lanka, Colombo, cuando fue sorprendido por el incidente provocado por Zahran Hashim e Ilham Ibrahim, a causa de quienes sus hijos perdieron la vida.
Se piensa que el mismo Polvsen resultó con lesiones tras la explosión.
Los tres ataúdes fueron decorados con flores, globos y retratos de los niños durante la emotiva ceremonia que tuvo lugar en los exteriores de la iglesia antes del entierro.
Anne Storm Pedersen, conteniendo las lágrimas y abrazando a su esposo e hija mientras ve salir los ataúdes de sus pequeños.
La pequeña Astrid mira conmovida los ataúdes de sus hermanos antes de cortar los globos para elevarlos al cielo.
El ramo de globos se elevó al cielo mientras un coro cantaba en las afueras de la catedral.
Los ataúdes de Alma, Agnes y Alfred fueron llevados por familiares y amigos.
Los ataúdes de las niñas estaban cubiertos con globos de color rosa y púrpura, junto con sus caras sonrientes en conmovedoras fotos enmarcadas.
Son escenas que destrozan el alma y que ningún padre merece vivir.
Es absolutamente difícil de aceptar y comprender cómo unas vidas inocentes fueron arrebatadas de ese modo, cuando tenían todo un futuro por delante.
Definitivamente, los padres no deberían enterrar a un hijo, y cuando son 3 vidas que se van como en un abrir y cerrar de ojos tan prematuramente, es algo que simplemente no se puede soportar. Enviemos nuestras muestras de solidaridad a estos padres para que sepan encontrar la fortaleza que tanto necesitan. Comparte esta noticia.