Ser un niño y tener una vida de travesuras es lo que se espera que todo infante realice, sin embargo, esto era casi imposible para el pequeño Gabriel Smith, de tan solo siete años de edad.
Gabriel tenía una enfermedad crítica y necesitaba un trasplante de médula ósea, afortunadamente un ángel apareció e hizo posible que Gabriel comenzara a realizar su propio viaje de travesuras.
Gabriel es de Springfield, Illinois.
La familia del niño se contactó con Make-A-Wish, una organización que apuesta por realizar los sueños de los niños con enfermedades graves, el pequeño Gabriel pudo pedir cualquier cosa, un viaje a Disney World era lo que todos esperaban, pero los sorprendió cuando dijo que quería conocer a su donante.
Dennis Gutt, un hombre de 25 años de Alemania.
La organización hizo todo lo posible para que Gutt viajara desde Schuby, su ciudad natal de Alemania a Illinois para encontrarse con el pequeño al que le salvó la vida.
La familia comenta que en el momento de la reunión todos estaban muy nerviosos esperando fuera del ascensor de hotel donde se verían. Cuando Gutt salió inmediatamente reconoció al Gabriel y lo saludó con un pequeño apretón de manos que terminó en el abrazo más tierno.
Gabriel nació en el 2012 y fue trasladado al hospital pediátrico infantil en St. Louis.
Durante el primer año de vida Gabriel el niño necesitó constantemente transfusiones de sangre y plaquetas. Al poco tiempo los médicos informaron a los familiares que necesitaba un trasplante de médula ósea, desde entonces su familia se puso en marcha para encontrar al donante perfecto.
Dennis fue encontrado a través del registro de Be The Match.
De no haber sido por el trasplante de Dennis el pequeños Gabriel no hubiera sobrevivido a tantas transfusiones de sangre, con tan solo 14 meses se sometió a una fuerte operación que le cambió su vida.
En el hospital no le dieron mayor información sobre el donador, así que la familia lo llamó como el superhéroe. Dos años después de la operación le dieron el nombre de Gutt y la familia logró contactarlo por Facebook.
Gutt se inscribió en «Be The Match», el registro de médula espinal más grande del mundo cuando solo tenía 18 años.
Desde que se dio el encuentro todos sintieron una conexión especial y se trataban como familia, tuvieron unas pequeñas vacaciones por St. Louis, visitaron los sitios más turísticos y disfrutaron de la comida favorita de Gabriel.
A pesar que fue la primera vez que el joven visitó los Estados Unidos la familia espera que se puedan volver a ver.
Gabriel y su familia siguen en contacto con Gutt a través de las redes sociales.
Los Smith están eternamente agradecidos con el joven que sin saber a quién le salvaría la vida formó parte de una organización. Esperan que la historia de su pequeño hijo motive a otras personas a unirse a «Be The Match», solo así tendremos héroes reales, aquellos que no usan capa y hacen realmente la diferencia.
Donar sangre y médula es una oportunidad de devolverle la esperanza a alguien, de hacer que un niño recupere su sonrisa y logre sus sueños. Todos deberíamos sumarnos a esa iniciativa. Compártelo.