Parecen pocas las veces que en la vida nos encontramos con personas gentiles, que no solo nos demuestran tener un corazón de oro, sino que también nos hacen reflexionar sobre nosotros mismos acerca de brindar ayuda. Ser más solidarios con otros es una manera de mejorar nuestra sociedad y también de mejorarnos como seres humanos.
Hoy tenemos el caso de Zeyad K., residente de Egipto; él es un gentil hombre que encontró a una pequeña gatita en las escaleras del edificio de su apartamento y lo que notaba cada vez que veía a la pequeña era que nunca abría los ojos, Zeyad le proporcionaba alimento y se aseguraba de que no se quedara sin comer.
Al principio quiso llevarla a su apartamento, pero no estaba seguro de hacerlo viviendo con cinco miembros más de su familia. Sin embargo, la curiosidad llevó a Zeyad a investigar el por qué de que la pequeña felina no pudiera abrir los ojitos.
«Abrí las cuencas de sus ojos, pero no había nada dentro, allí me di cuenta que estaba completamente ciega. La pequeña calicó había nacido sin globos oculares”, relata el hombre.
Él tuvo que salir de la ciudad unos días y estaba preocupado de que la pequeña felina enferma no sobreviviera en su ausencia.
«Cuando regresé a casa la encontré tirada en mi umbral, solo veía piel y huesos, además estaba más sucia que antes. Mi familia después de ver esa escena tan deprimente, no necesitó otro tipo de convencimiento, les estuve diciendo que como era una gata callejera ciega no podría sobrevivir por su cuenta y de que era necesario que la cuidáramos”, señaló.
Zeyad comenzó a darle de comer a Votchy en su propia mano, ya que esta estaba tan débil que casi no podía comer por su cuenta, la pequeña necesitaba recuperar sus energías porque no podía casi moverse.
Votchy demostró estar muy feliz con su nuevo papá humano. Al recobrar completamente sus fuerzas, comenzó a explorar su nuevo hogar y a desarrollar comodidad tanto a su alrededor como con las personas cerca de ella.
“Ella comenzó a navegar los alrededores del apartamento con más facilidad de la que yo esperaba, la primera vez que la traje, apenas podía caminar. Mientras más fuerza ella recobraba, más exploraba los lugares a su alrededor, incluso encontró espacios pequeños en la casa, que usó como puntos favoritos para tomar siestas”, dice Zeyad.
La pequeña felina comenzó a adaptarse perfectamente a su nuevo hogar, pero la familia notaba algo extraño con Votchy, y era que ella no respondía los llamados de él y de ningún otro miembro de la familia.
“Ella no parecía asustarse por ningún sonido, incluso si realizaba sonidos irritantes que hacían que mis otros gatos huyeran como cuando encendía la licuadora o la aspiradora”, comenta el hombre.
Por esa razón, la familia de Zeyad K. llegó a la conclusión de que la pequeña no solo era ciega, sino también sorda.
«Ella se asustaba si alguien la tocaba aunque sea un poco. Pero cuando rascaba mis dedos ruidosamente cerca de sus orejas ella no parecía encogerse de miedo o reaccionar en lo más mínimo”.
A pesar de las dificultades, creció y se volvió una hermosa, dulce y juguetona gatita gracias al enorme trabajo, dedicación y gentileza de las personas que estuvieron allí para apoyarla y brindarle todo lo que necesitaba.
Votchy tuvo suerte de encontrar a una persona que estaba dispuesta ayudarla y quererla sin importar su condición.
Votchy es una chica con muchas dificultades que ha demostrado que no hay por qué temerle a la vida. ¡Comparte esta noticia con tus amigos!