Aunque muchas veces se les considera egoístas y reservados, la realidad es que un gato tiene el corazón más puro, tanto con los humanos como con el resto de sus compañeritos ronroneantes.
Tal como ha demostrado un solidario felino que acogió a un pequeño gatito que deambulaba en el jardín de su casa.
Este gato decidió proteger al pequeño felino que llegaba a su casa como si se tratara de su propio hijo
Stavros es un cariñoso felino que vive en Grecia junto a su humana, llamada Klarieke, y sus hermanitos Jack y Louis. Los tres fueron adoptados por la familia, siendo extremadamente cariñosos y amistosos con todos quienes les rodean.
No obstante, de entre todos, sin duda el más amigable es Stavros y esa cualidad en su personalidad hizo que se diera cuenta de un indefenso felino que solía frecuentar la casa familiar, estando en completo desamparo.
Se trataba de un escuálido gato pequeño, color gris, que llegaba para jugar. Al principio, la mujer pensó que era un vecino, pero muy pronto se dio cuenta de que no era así pues tenía muy bajo peso y lucía descuidado.
Pero, lo que más asombró a Klarieke fue descubrir el gran vínculo que había establecido el gatito misterioso con Stavros.
Él estaba muy preocupado porque su nuevo amiguito no pasara hambre y por eso decidió entregarle la comida que su humana le servía en su plato.
Le entregaba su comida porque era consciente de que él la necesitaba mucho más
“Amablemente se hace a un lado como si pensara: tienes más hambre que yo y sé lo que es eso, así que adelante”, narró la mujer en su cuenta de Instagram.
Klarieke quedó inmensamente conmovida con el gesto de Stavros y eso la motivó a otorgarle su propio plato de comida al gatito visitante, para que ninguno de los felinos en la casa se quedara con hambre.
El enigmático gatito solía desaparecer con mucha frecuencia. Pero siempre volvía al jardín de la familia para comer y, principalmente, para poder pasar un rato de diversión junto a su buen amigo Stavros.
Poco a poco, el pequeño felino comenzó a estar más tiempo en casa de Klarieke y cada vez era más evidente que no había nadie haciéndose cargo de él. También comenzó a dormir en la casa, hasta que fue adoptado por la familia en septiembre del año 2020.
Llamaron al gatito Charlie
Ante la buena noticia, Stavros fue el más feliz y aumentó sus cuidados hacia su ahora formalmente hermanito.
Le enseñó a utilizar la caja de arena para hacer sus necesidades en el lugar adecuado y Charlie fue sintiéndose en casa, conforme transcurrían los días.
Ha pasado un año desde su adopción y Charlie se ha olvidado por completo de la terrible sensación de vacío en su estomaguito. Ahora se alimenta tan bien que en ocasiones simplemente no puede comer más.
“A estas alturas ya está acostumbrado a comer lo suficiente y a veces tenemos que llamarlo porque aún no ha llegado.
Se acurruca con nosotros todos los días cuando llego del trabajo y también entrega generosamente los platos de comida a los demás, incluso al viejo Jack y Louis.
Conclusión: después de un año, es una diversión fantástica”, afirma la mujer.
Charlie ha aprendido a confiar en los humanos y ahora incluso se deja mimar por sus familiares. Ha dejado de esconderse entre los rincones, para apropiarse de un cómodo espacio en el sofá.
Atrás quedó el pequeño felino, ya es todo un adolescente y Stavros cuida de él con disciplina.
Klarieke vive rodeada de sus hermosos 4 felinos, dos mayores y 2 jóvenes. Cada uno de ellos es especial y hacen que su hogar esté lleno de energía y felicidad.
Tú también puedes encontrar a un ser especial que lleve a tu vida mucha alegría. Cientos de gatitos deambulan en busca de un hogar, ¡abre tu corazón a ellos!