Son muchos los hombres que sueñan con ser padres y darles lo mejor a sus hijos. Algunos cristalizan ese sueño con la mujer de su vida, pero algunos gays se conforman con adoptar uno para darle un hogar a algún niño no deseado por los padres que lo tuvieron de manera natural.
Sin embargo, aunque en algunos países se han legalizado las uniones de parejas gays o lesbianas, no sucede lo mismo con la adopción de niños por parte de este colectivo o por una sola persona.
Las parejas de gays o lesbianas sólo pueden adoptar niños en 26 países de todo Europa.
Tal es el caso de Italia, país en el que en 2016 se aprobaron las uniones civiles de estas parejas, pero prohibieron tajantemente el hecho de que que pudieran adoptar.
En medio de esta complicada situación se encontraba Luca Trapanese, un hombre de 41 años italiano, soltero, gay y declarado católico.
Su historia ha dado la vuelta al mundo, e incluso la ha recogido en su propio libro: «Nacida para ti», donde relata cómo logró adoptar a Alba, una bebé que cuando la conoció tenía 13 días de nacida tras ser abandonada por sus padres biológicos.
La pequeña con menos de un mes de vida fue rechazada por 20 familias antes de ser adoptada por Luca.
Nada estaba siendo fácil para la pequeñita y tampoco lo era para Luca…
Luca relata que cuando tenía 14 años su mejor amigo perdió la vida por un cáncer terminal. Acompañarlo a lo largo de la enfermedad y verlo acabar sus días cambió radicalmente su manera de ver la vida.
“Su partida me dejó una conciencia profunda de lo que es vivir con una enfermedad, por eso comencé a ser voluntario de la Iglesia en Nápoles, ayudando a las personas con discapacidad”.
Tras esa dura experiencia, Luca pensó que quería hacerse sacerdote para ayudar a muchas personas. Pero descubrió su orientación sexual y tras enamorarse, desistió de la idea y con su compañero fundó una organización destinada a beneficiar a las personas discapacitadas.
La relación con su pareja terminó, pero él se mantuvo en la idea de que adoptaría un niño discapacitado aunque tuviera que mover cielo y tierra.
Dado que en su país no se le permitía la adopción, tras papeleos y meses de insistir, finalmente le dijeron que la única manera de adoptar uno sería alguno que «tuviera una discapacidad severa o con serios problemas de comportamiento, y que además hubiera sido rechazado por todas las familias tradicionales».
Luca aceptó de inmediato la propuesta, no le importaba el niño que fuera. Saber que habría sido rechazado por muchos le bastaba para convencerse de que merecía todo el amor del mundo, y él se lo iba a dar.
En julio de 2017, Luca conoció a la pequeña Alba, y al cogerla en brazos supo que sería para él.
«Cuando fui al hospital a recogerla y la vi allí, tan pequeña y sola, la cogí en brazos y sentí que era mi hija desde ese momento. Antes tenía miedo de muchas cosas, pero ahí supe que ya era el padre de Alba», dijo Luca.
Alba tiene ahora 18 meses y la pequeña de hermosos ojos azules y cabello rubio, no sólo se ha robado el corazón de su padre, sino del mundo entero.
El mejor tiempo de Luca es para Alba y son inseparables.
«¿Qué cosa es la felicidad? Para mí, una sonrisa de Alba», escribió en su última publicación en su cuenta de Instagram.
La historia de amor incondicional y desinteresado de Luca ha sacudido a los medios italianos que no paran de comentar la gran lección que este hombre ha dado al mundo, causando un intenso debate en torno a las adopciones por parte del colectivo LGBTIQ+.
Aquí puedes ver un documental sobre esta apasionante historia de amor. Recuerda activar los subtítulos:
Parece increíble que la pequeña que fue rechazada por 20 familias, finalmente encontró al mejor papá del mundo.
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