Todos saben que los vuelos de largo recorrido no son necesariamente la mejor experiencia, a no ser que se tenga el privilegio de poder viajar en primera clase. Pero fuera de eso, la incomodidad de permanecer en la misma situación, además de la incertidumbre de tipo de pasajeros que nos pueden tocar, pueden convertir un vuelo largo en una verdadera odisea.
Como puede suceder si es que tenemos la mala suerte de coincidir con un bebé recién nacido que no pare de llorar.
Es precisamente lo que les sucedió a los pasajeros de un vuelo desde Seúl, Corea del Sur, a San Francisco, Estados Unidos.
La duración del vuelo entre ambas ciudades es de 10 horas 20 minutos.
Una joven madre coreana viajaba con su bebé y fue lo suficientemente considerada con todos los viajeros sabiendo que su pequeña podría molestarlos con sus llantos.
Y tuvo la brillante idea de preparar hasta 200 bolsas con el contenido más original para sus compañeros de vuelo.
Las bolsas contenían dulces y tapones para los oídos, además de una nota escrita en nombre de su bebé.
«Hola, soy Junwoo y tengo cuatro meses. Hoy voy a los Estados Unidos con mi mamá y mi abuela para ver a mi tía. Estoy un poco nerviosa y asustada porque es mi primer vuelo en mi vida, lo que significa que puedo llorar o hacer mucho ruido. Intentaré ir en silencio, aunque no puedo hacer promesas. Por favor, discúlpeme. ¡Así que mi mamá preparó una pequeña bolsa de golosinas para ti! Tiene algunos dulces y tapones para los oídos. Por favor, úsalo cuando sea demasiado ruidoso por mi culpa. Disfruta de tu viaje. Gracias.», decía el peculiar mensaje.
La genial madre verdaderamente tuvo el mayor gesto de consideración y lógicamente de picardía, también. Ella tan sólo quería asegurarse de ahorrarse problemas con algún pasajero poco tolerante y ¿quién le iba a decir algo con una apetitosa bolsa de dulces delante?
¿Y si el ruido era insoportable?#8230; ¡Para eso estaban los tapones!
Pero lo más simpático de toda esta historia fue que la adorable Junwoo fue más considerada aún y apenas lloró una vez.
Uno de los pasajeros, Dave Corona, no se resistió a capturar las fotos del momento y el pasado 12 de febrero las publicó en Facebook relatando la historia y elogiando el gesto de la madre, porque sin duda pensó que merecía ser compartida.
La publicación de Dave rápidamente se volvió viral y todos los pasajeros, así como miles de usuarios en Facebook llenaron de elogios a la genial madre.
Muchos han reconocido que ya detenerse a pensar en los demás es algo que desde luego no está de moda y haber dedicado tiempo para armar 200 bolsas, mientras estás a cargo de un bebé, tiene mucho mérito.
Gestos así merecen ser replicados ojalá que por muchos padres en el mundo. No te vayas sin compartirlo con tus amigos.