Viajar es una de las experiencias más maravillosas que podemos vivir. Cuando viajamos vivimos nuevas experiencias, conocemos personas y culturas diferentes.
Esta historia es sobre alguien que cumplió su sueño al embarcarse en un trayecto sorpresa en un momento muy importante de la vida.
Se trata de Gladys Blackburn, una adorable ancianita británica de 95 años que nunca en su vida había subido a un avión y adivinen qué, recientemente logró cumplir su sueño.
Milton Court Care Home, la agencia de cuidados que se encarga de atender a Gladys y a otros viejecitos, organizó un árbol de los deseos para poder cumplir los sueños de sus residentes.
El anhelo de Gladys era viajar en avión puesto que nunca lo había hecho. En ese momento de su vida realmente era muy importante hacerlo puesto que era una cosa más en la lista de experiencias que necesitaba vivir.
Por otro lado, Gladys alimentaba su deseo asistiendo diariamente al aeropuerto local, en donde podía ver los aviones de distintos destinos despegar y aterrizar, con la esperanza de algún día ser uno de sus pasajeros.
Cuando el personal del Milton Court Care Home se enteró de su deseo, hicieron todo lo posible por cumplirlo, planificando un viaje de dos días hacia Suiza, puesto que dentro de ese gran sueño de Gladys, estaba conocer el lago de Ginebra.
“Qué bonito gesto han tenido con la abuelita Blackburn, se los agradecerá para siempre”, comentó agradecida una internauta.
Gladys estaba muy contenta porque nunca se imaginó cumplir su sueño de esa manera y menos en el ocaso de su vejez: que un grupo de personas conspirara para cumplir sus sueños.
“Ojalá todos podamos cumplir nuestros sueños, porque para eso vivimos, para hacerlos realidad”, dijo emocionada otra internauta.
Por eso es que nunca debemos desistir y muchos menos dejar de contárselo al mundo, para ver si obtenemos de una vez por todas el empujoncito que nos lleve a hacerlo realidad.
“Estaba muy emocionada al respecto. Quién iba a imaginarse que yo iba a estar en las alturas con una copa de champán. De verdad que estaba en la luna”, comentó agradecida la tierna Gladys.