Los niños son seres que siempre demuestran genuinamente lo que sienten, su inocencia no está condicionada a tantos estereotipos sociales que poco a poco van limitando al ser humano durante su crecimiento. Ellos cada día van descubriendo objetos, sensaciones y sabores.
Cuando fuimos pequeños, todos hemos experimentado desagrado por ciertos alimentos, tanto, que después de probar el primer bocado no nos resultaron nada apetecibles.
Recientemente, Stephanie Irish y Joe Johnson, los padres de Layla, descubrieron que lo que menos le gusta a su bebé es la crema de verduras.
Stephanie y Joe fueron sorprendidos por las muecas y expresiones faciales de su pequeña hija después de darle a probar la mezcla de brócoli, maíz dulce y calabaza escogida por ellos como primer alimento sólido de su hija.
Los padres de Layla estaban emocionados grabando el momento tan especial, se suponía que era una ocasión hermosa pues se trataba de la primera vez que su bebé probaría algo distinto y pensaron que lo disfrutaría.
Era la primera vez que Layla comía verduras y seguramente esperaba algo totalmente distinto, así lo demostraron sus gestos tan particulares.
Las muecas aparecieron en su rostro como una gran desilusión después de masticar, y no hubo forma alguna de mostrarle cuán deliciosa era la crema. Sus cejas se fruncieron, su rostro mostraba un serio disgusto que nadie esperaría en un bebé.
Abría su boca como si quisiera devolver el bocado. La pequeña incluso miró a su madre con tristeza, profundamente decepcionada de no haber recibido un alimento delicioso.
Stephanie, entre risas, le preguntó si no le había gustado, pero ni siquiera las caricaturas que se escuchan de fondo lograron hacerla cambiar de opinión.
Todo parece indicar que Layla odiará por siempre la crema de verduras. Aunque seguro sus padres buscarán alguna manera de que sea más agradable para ella.
Tal vez si solo toman un solo tipo de verdura para hacer la crema no tengan que lidiar con la mezcla de sabores de una sola vez. Para los bebés puede resultar difícil no identificar lo que están comiendo y sentir sabores tan distintos no le generan una buena sensación.
Esperemos que pueda comer pronto algo que sí le guste muchísimo, o mejor todavía, que le de una segunda oportunidad a la crema de verduras.
Lo cierto es que la mayoría de los padres usan su creatividad para hacer que sus niños tengan una dieta lo más saludable y balanceada posible.
Comparte este emotivo y divertido video de Layla, quien por ahora no sabe hablar, pero sí sabe muy bien cómo expresar clamaramente lo que no le gusta.